POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Fue el Dr. Siro Arribas, nuestro catedrático de Quimica Analítica, un profesor-investigador muy reconocido.. Muy buena persona , entregado a su docencia y a su ideal de trabajo.
Nuestro curso – años 1961 y 62-fuimos «el conejillo de Indias» que hubo de experimentar, siempre con ensayos y «notas suplementarias de trabajo», su MARCHA ANALITICA basada en la sustitucion del ácido sulfhidrico por la complexona III (una sal sódica derivada del ácido etilendiamintetraacetico).
«La Analítica en su historia
distinguiose simplemente
porque teniendo memoria
se aprobaba fácilmente.
Mas ahora, desdichados,
a partir de este momento
nos quedamos fastidiados
pues nos vemos jorobados
bajo el peso de este invento.
Un hombre vino de afuera
con maquiavelico sino.
! Oh, qué dicha si se hubiera
olvidado la manera
de explicar, por el camino!
Quién le mandó investigar
con complexona, cationes?
Y por qué quiso probar
el modo de reformar
toda la marcha de aniones?
Quién le pidió que al ion bario
le trasladara de grupo?
Y qué al estroncio, falsario,
le cuelgue ese escapulario
de culpas?.! Nunca se supo!
Qué le hizo el antimonio
para llamarlo maldito?
Es mejor, quizá, el demonio
del mercurio, el ion amonio
o el invisible arsenito?
Ahora el dos normal clorhídrico
se pregunta inquisitorio :
Dónde se encuentra el cianhidrico,
dónde, oh Dios, está el sulfhidrico
en este Laboratorio?
Pero nadie le responde.
Nadie acude a su llamada.
El manganeso se esconde
al no poder decir donde
se encuentra su camarada.
Plomo y cobre,! malhadados!,
están en un gran apuro ;
pues viéndose complejados
se encuentran inadaptados
al no formar un sulfuro.
Ya nunca llegará el dia
de aprobar «sin más historias».
! Quién sabe si todavía
nos quitaran la alegría
más «notas aclaratorias»!
Han pasado 60 años desde «este sucedido». En la actualidad los métodos instrumentales y la digitalizacion han cambiado radicalmente los procesos analíticos. Lo que no puede, no debe, cambiar es el «afán de saber, el afán de investigar».
«El químico que se limite a cumplir con su deber – me dijo una vez el Dr. Arribas – nunca será un buen químico».
Estábamos compartiendo mesa con el Dr. Garzón, catedrático de Física Nuclear, y por «lo bajin», casi en silencio., añadió : «Fidalgo, usted, con sus libros, puede presumir de ello».
MUCHAS GRACIAS, don Siro, por ser mi profesor y después por, durante años, demostrarme su amistad.
Cuando nos encontremos en el cielo seguiremos discutiendo sobre la acción antiaterogenica de la pectina de la manzana «disfrazada» como dulce o como sidra.