Cuando yo era joven – hace de esto más de medio siglo – era «andariego y andarin», normalmente con dos puntos de destino :
. – El Picu Pienzu, en la Sierra del SUEVE, siguiendo dos rutas «según me lo pedía el cuerpu: a) por la cara norte (Carrandi – Cordobana- la Texuca-Pienzu) o b) por la cara sur ( el Fitu-Mergullines-Pienzu). Era excursión diurna, con cielo limpio y sin niebla.
. – Covadonga, en andadura nocturna, siguiendo este camino : Colunga- Fito-Arriondas-Cangasde Onis.-Covadonga.
Salía de Colunga sobre las 9 de la noche y llegaba a Covadonga hacia las 8 de la mañana.
Ahora, «a mis años y a mis kilos», lo del «camino de San Fernando : la mitad a pie y la otra andando», tiene «versión automovil» para Covadonga o «visión paisajista» para Pienzu desde la ventana de mi casa..
COVADONGA es, valga el contrasentido de la expresión, una TENTACIÓN MUY DEVOTA. Le tengo «su aquel» a La Santina porque tengo fe en su ayuda (y si no me atiende como deseo, la riño) y en su protección de alma.
Mis visitas a Covadonga me exigen «dos paradas de intendencia» : una en Arriondas, en la Confitería – Cafetería CAMPOAMOR, para degustar un exquisito y nutricio «pinchin» ( que es un generoso bocata) por un precio «muy de peregrino» ; y la otra, si es domingo, en Cangas de Onis, para mercar unos quesos y disfrutar con la ya tradicional «cazuelita de arrocin» que ofrecen en el HOTEL LOS LAGOS con el «vermutin» de mediodía.
No sé cómo decírselo, pero en los dos casos Covadonga es «diferente».
! Ah!. No me creen, verdad?
Pues aquí les dejo con mis fotos el testimonio gráfico de lo que les he contado.