POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Merendando ayer en una confitería amiga (no hago publicidad) solicité un café y un milhojas de crema porque «rechazo» el merengue debido a un condicionamiento clásico de Paulov.
Cuando la camarera , muy amable , me sirvió el pedido le pregunté si sabía cuantas capas tenía cada plancha de hojaldre (eran 3 planchas) de ese pastel.La buena rapaza , entre asustada y sonriente, no supo que responder ante pregunta tan inoportuna y yo le dije : «No te preocupes. Cuando otro imbecil como yo te pregunte dile que «en esta casa se elabora hojaldre de 6 vueltas lo que supone un total de 2 187 capas en cada plancha».
La historia del hojaldre es muy curiosa. Hay quienes atribuyen su invención a un pastelero francés , Claude Gelee (1600-1672) ; otros a Feuillet (1703-1833) cocinero del Príncipe Le Conde ; y los más a Francois Pierre de la Varenne (1618-1678) , cocinero del marqués de Usexelles y autor del libro Le cuisinier francois , obra que supuso la transición de la cocina medieval a otra más moderna y cuidada.
Pues ¿saben una cosa? En el Libro del Arte de Cozina, de Hernández de Maceras , cocinero del Colegio Mayor «Oviedo» , de Salamanca , editado en 1607 , anterior a los trabajos de «los franceses» , ya se detalla una receta de «Ojaldre».
¡Qué cosas!.
Ahora bien , lo que sí parece cierto es que De La Varenne , además de inventar la salsa bechamel, fue el creador del pastel formado por planchas de hojaldre , crema , merengue y mermeladas , que bautizó con el nombre de MILLE-FEUILLES ,
que en castellano decimos MILHOJAS y en asturiano MILFUEYES.
Los portugueses , muy dulceros ellos , les dicen Pasteis folhados y son -o eran- muy famosos los elaborados en Espinho , ciudad costera cercana a Oporto. Lo testimonia «Picadillo» en La Cocina Practica , obra de 1911 :
«Tendo d’Oporto un xarro de boo vino
e un boo PASTEI FOLHADO
d’ estés que fai o marmiton d’o Espinho,
xa podes , ti que les , ficar, quedinho
e disponerte pa cantar o fado».
Bueno , bueno , bueno…
Pues como no es cosa de ir a Portugal para disfrutar de sus pasteis folhados , hagamos «turismo dulcero» por Asturias. En cada villa , pueblo y ciudad asturianas hay MILFUEYES y otras dulcerias para todos gustos y «petites» que decimos en Colunga.
¡Oiga! ¿ Qué es eso de «,petites»?
Pues muy fácil. Lo dice el texto bíblico: «Petite et accipietis» ; es decir : ¡Pedid y recibiréis!
Así que ya lo saben : ¡ Un milhojas , un cubilete y un pionono pal señor!
NOTA.- Foto del MILFUEYES que merende «cerca de Colunga» y de Francois de la Varenne , inventor de ese pastel.