POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS).
Hoy es 1 de mayo, que es mes florido y hermoso. Y resulta que, casualidades del calendario, es el «primer domingo» de este mes, lo que quiere decir que en él coinciden tres celebraciones : el Día de la Madre, la Fiesta del Trabajo y San José Obrero.
Lo del Día de la Madre, propuesto por la ya olvidada Sección Femenina, se celebraba antaño el 8 de diciembre (fiesta de la Inmaculada) y después se trasladó al primer domingo de mayo. El 1 de mayo, es fiesta antigua dedicada al mundo laboral y que se intentó «cristianizar» bajo la advocación de San José Obrero.
Un servidor, cristiano viejo en edad y en creencias, es también amante de la Historia y para no quedar mal con la fe ni con las tradiciones, hoy, 1 de mayo, tengo otros motivos de recuerdo relacionados con «el buen y bien comer».
Y es que hoy – aplausos de admiración – es el 253 aniversario del nacimiento de Sir ARTHUR WELLESLEY, I Duque de Wellington (1769-1852), quien tanto nos ayudó en nuestra guerra de Independencia contra los franceses (iniciada en Mostoles, Madrid, el 2 de mayo de 1808) y quien comando las tropas que derrotaron a Napoleón Bonaparte en la batalla de Waterloo.
Y qué tiene que ver el duque con la cocina?
Pues según se cuenta , este gran militar era un gran aficionado en ofrecer a los invitados en sus banquetes a lo que los franceses titulan «boeuf en croute» (buey en costra) y los ingleses, que por algo fueron castigo vencedor de Napoleón, bautizaron como Solomillo Wellington.
Y, claro, como en Colunga practicamos lo de «odio al inglés, enemigo de nuestros padres», pues un buen amigo mío, pintor, diseñador, pescador, fotógrafo y muy experto cocinero, titula este plato como «SOLOMILLO DEL GUELITON». Yo, cuando vi la foto, exclame de inmediato «! Coño, bry guel!», versión mía del very well Ingles.
Bueno, pues para iniciar el banquete festivo-materno-laboral , empezaremos por unos huevos rellenos de salmón (noruego, claro), preparados al modo análogo al de otros rellenos, y seguiremos por un SOLOMILLO AL GUELITON, tal como hace mi amigo colungues JOSÉ MANUEL VALLE QUINTANA.
1.- Limpiamos de grasa exterior un solomillo de cerdo (es más barato que el de ternera) y lo freímos, vuelta y vuelta en aceite.
2.- Lo untamos con una capa de foie de pato o de oca y lo envolvemos con lonchas finas de panceta.
3.- Se «encierra» en una cobertura de masa de hojaldre pintada con huevo batido y hornea a 180 °C hasta que tome color dorado.
NOTA. Foto de los huevos rellenos CASA PRUDO y del SOLOMILLO DEL GUELITON, de José M Valle Quintana.
Pinchen por separado en cada una.
! Feliz 1° de Mayo!