POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS).
Ayer sábado, 11 de diciembre de 2021, tuve la gran alegría de participar en el «80 cumpleaños» del BELÉN DE LASTRES ; una obra de arte que es modelo de tradición y de técnica.
Un Belén, un nacimiento, que bien puede considerarse PATRIMONIO CULTURAL de la Navidad en el Concejo de Colunga.
Pero – y en los «peros» está el «quid», que decía Vital Aza – no es este Belén el único tesoro navideño del concejo. Con él forman «unidad de tradición» la MISA DE PASTORELA y el conjunto de VILLANCICOS compuestos por el Coadjutor – organista de la villa de Colunga Rvdo. D. FRANCISCO SUÁREZ BUSTILLO.
Este sacerdote gijones, gran músico y excelente barítono – grave, desempeño su labor pastoral en la Villa de Colunga (parroquia de San Cristóbal el Real) desde 1905, siendo párroco don Silvestre Piñera, hasta su fallecimiento en 1970 cuando la parroquia era atendida por don Jose Rendueles.
Fue en esos años de 1920-1925 cuando, adelantándose al Concilio Vaticano II, compuso una MISA DE PASTORELA (texto en latín y música de aires asturianos) para ser cantada, por expresa autorización del Sr Arzobispo, EXCLUSIVAMENTE en la parroquia colunguesa los días de Nochebuena, Navidad, Año Nuevo y Reyes.
Complemento a esa Misa fue una serie de Villancicos, propios también para ser cantados durante las Navidades.
Don Francisco, hombre humilde y sacerdote lleno de bondad, fue siempre celoso guardián de su Misa y de sus Villancicos. Se dice que no quiso divulgar la partitura de sus obras porque la tenía memorizada. También se dice que esa partitura, en manos de una persona «mayor», fue regalada a un párroco que se comprometió a cederla al Ayuntamiento como bien cultural.
También se comenta que existen grabaciones magnetofonicas… cuyos propietarios no quieren cederlas…
En fin, un cuento de nunca acabar y la Villa de Colunga, prácticamente, ha perdido ese retazo de su historia.
Ahora bien una cosa es cierta. Aún viven (vivimos) algunas personas que conocemos esa Misa y esos Villancicos. Algunas saben música y cantan muy bien ; otras cantamos «de oreya» y terriblemente mal.
Y el día que «nos vayamos», aunque cantemos en el cielo, Colunga habrá perdido una joya cultural.
La Villa y Puerto deLastres lucha por conservar y mantener su tradición navideña. Colunga – aún está a tiempo – debiera hacer un esfuerzo por recuperar su MISA DE PASTORELA y sus VILLANCICOS.
Más que cuestión de dinero es problema de actitud y de ilusión. !Animo…y a por todo!
NOTA. – Foto de don Silvestre Piñera y de don Francisco Suárez.