POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Vamos a entrar en situación haciendo » una composición de lugar» , como aconsejaban los antiguos manuales de predicación.
Es CARAVIA un pequeño municipio de la zona centro oriental de Asturias (13,5 km cuadrados- 500 habitantes) , en límite costero con Ribadesella y Colunga.
Su potencialidad económica – agroganadería aparte- se basaba en la minería de expatofluor , hoy abandonada , siendo actualmente el TURISMO la actividad más señera de este municipio.
La conjunción » montaña y mar» define un atractivo de difícil superación y Caravia lo está apreciando con probada eficacia.
Caravia concejo con capitalidad en Prado , comprende dos parroquias : CARAVIA ALTA y CARAVIA BAJA ( en asturiano «Caravia l’ Alta » y «Caravia la Baxa) . Esta , » la Baxa» (5.,31 km cuadrados ) reúne las siguientes entidades de población: Carrales , Los Duesos, Duyos , La Espasa ( con su preciosa playa) y Valle. Bueno , bueno , bueno…
Pues ya descrito el lugar. hablemos de lo que nos interesa. En CARRALES , al lado de la carretera N- 632 Ribadesella- Canero , se fundó » antes de la guerra» (asi decimos los «adultos mayores») un pequeño «bar de pueblo» para atención de obreros , campesinos y «viajeros que psaban por allí «.
Pero., amigos lectores , » la cosa cambió » cuando , se cumplen ahora 25 años , un matrimonio joven ( Juan e Isabel) se hicieron cargo. del negocio reformando el local y promocionando una cocina asturiana. de calidad y repleta de tradición. Una cocina que corre pareja con sus » hermanas caravienses» como son el Hotel Caravia , Casa Carlos o Fitomar..
En CARRALES hay amabilidad , calidad y buena mesa. Saben » de la mar y de.l monte» y en «el monte» tienen el secreto de uno de sus platos más solicitados por la clientela : el CABRITÍN GUISADO.
Isabel , con » retranca de cocinera celosa de sus secretos» nos dio esta receta : Compramos en Arriondas cabritinos , ya limpios, de unos 10 kg aproximadamente , de carne tierna y grasa «la necesaria». Troceamos a tamaño más bien grande y adobamos a nuestro gusto . Se fríen esos trozos y los llevamos a una cazuela junto con un sofrito de cebolla , ajo , pimiento verde y rojo , un buen chorro de brandy , otro de vino blanco y un poco de caldo. Cuece todo lentamente a fuego moderado ( nunca a fogón directo , sino de chapa o plancha) hasta que la carne esté tierna y despegue bien del hueso. Tras un reposo , se sirve el cabrito acompañado de patatas fritas , pimientos rojos asados y ensalada tradicional Para beber. aconsejamos un buen vino tinto servido a temperatura de unos 12-14 °C.
Yo , metiendo la pata como es costumbre., pregunté la razón de comprar cabritos de «perendi p’ allá » y no del Sueve.
Respuesta : «Porque los de los montes de Covanga están benditos por la Santina y eso ye garantía de calidad». Pues va a ser que si.