POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Dicebamus hesterna die…(frase atribuida al fraile agustino, que no benedictino, fray Luis de León) que hoy , 2 de noviembre, es día que la Iglesia Católica destina al recuerdo de TODOS LOS DIFUNTOS para, en oracion comunitaria, rogar a Dios su presencia junto a El en el cielo.
Fue costumbre , hoy perdida., el que esta devoción se «ampliara» a todo el mes -denominado por ello ‘MES DE LES ANIMES»- siendo frecuente el que una persona , al anochecer, pidiera publicamente a sus vecinos una oracion en favor de un familiar fallecido.
El «rito» que se acostumbraba era este :
1.-ADVERTENCIA.
El solicitante, a voz en grito , avisaba:
«D’ESTI MUNDU LLEVARÁS
UNA MORTAJA Y NO MÁS «
2.-SÚPLICA y ORACIONES. –
Continuaba de este modo:
«Vamos a rezar un Padrenuestro a les Anímes del Purgatorio y otru a la Virgen del Carmen pa que (nombre de la persona difunta) vaya derechu/a pal cielo»
Tras el rezo , se volvía a recordar:
D’esti mundo llevarás una MORTAJA y no más.
Y , así, una noche y otra y otra…según la promesa que hubiera hecho.
Y , pueden creerme , nadie se asustaba ni lo tomaba a risa o cosa parecida. El que quería , rezaba ; y el que no , seguía con sus quehaceres (incluidos cortejos y amoríos).
Por supuesto, no faltaba folixa de amaguestos de castañas , siempre abundosos «de regolvinos y carantoñes» con, a veces, «resultados imprevistos» :
¡Madre mía , toy encinta !
¡Fiya mía, corazon!
Les castañes que comisti
¿de qué castañeru son?
En CASA PRUDO , en imitación del «fuego del Purgatorio», preparamos unos filetinos de salmón (noruego) a la plancha complementados con «unes patatines A LA DIABLA», recuerdo de aquellas que en mi época de estudiante en Oviedo servían en el restaurante LA VIUDA DE BASILIO.
Las preparamos así:
.- Cortamos unas patatas (ya peladas y limpias) en trozos medianos y las cocemos en agua con un toque de sal. Escurrimos y reservamos.
.- En sarten con un poco de aceite , al fuego, freímos una (o dos) guindilla de Cayena (picantina) y , ya bien rehogada , añadimos salsa de tomate ya elaborada .
.- Freímos en aceite las patatas reservadas hasta que estén doradas y las bañamos con la salsa de tomate picante.
Estas patatas se suman a los filetes de salmón.
Vean. Vean la foto. Las llamas penitenciales del Purgatorio «abrasan» menos que esta «salsa diabla».
¡Feliz día de difuntos!.
Recuerden que mañana viene CLAUDIO. , que es el nombre de una «borrasca macho «