POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
¡Ay, Dios mío !.- Esto de hablar de ostras resulta un poco arriesgado porque , quiérase o no , todo el mundo piensa lo que piensa…y siempre es «un pelín picante». Ya me entienden.
Son las OSTRAS unos moluscos bivalvos marinos de las que existen muchas variedades. Como manjar -así lo dicen los entendidos- son el no va más de la exquisitez , superando a langostas, bogavantes, almejas, percebes… Y no sólo por su marcado sabor a sal marina con matices iodados sino también por ser el paradigma de uno de los afrodisíacos «más eficaces» (dicen que por su sabor y su aroma) que se conocen.
¡Qué cosas !
Pues ¿saben una cosa? .- Un consumo frecuente de 6 ostras muy frescas por persona favorece el endurecimiento de los huesos y , por tanto, ayuda prevenir situaciones de osteoporosis.
Les cuento mi experiencia en este campo «marisquero».-
La primera vez que comí ostras «a placer» -es decir, «a fartar»- fue en Vigo , en una plaza llena de puestos de venta y de bares, cercana al afamado «mercado de La Piedra», local donde se adquirían de contrabando (bajo la «no mirada» de agentes del orden) tabaco rubio americano, relojes y «arradios» japoneses , pantalones vaqueros de marca…
Allí , las vendedoras de ostras (muy vestidas de blanco) vendían su mercancía por docenas , las servían en un plato , y tu las consumías en el «bar de al lado» , bien sentado en una terraza, acompañando con un fresco vino albariño o ribeiro.
Eran ( y son) ostras de cultivo en las rías gallegas , exquisitas de sabor y , dentro de un orden, asequibles de precio.
Han pasado muchos años desde entonces y el cultivo «natural» de ostras (es decir, en zonas de ría o de mar muy tranquila) se ha extendido por muchas regiones españolas y aquí , en Asturias, es CASTROPOL , ahí mismo al lado de Galicia, el «municipio bandera» en la promoción de ostricultura.
Y CASTROPOL , en estos días de abril-mayo, celebra un FESTIVAL de exaltación de sus ostras. Ocasión propicia para hacer una escapadina hasta allí , tomar unas ostras de aperitivo y continuar con un buen plato de ARROZ CON BUGRE , al estilo del cercano pueblo gallego de RINLO, tan famoso él.
Bueno , bueno , bueno…
Si hablo de Castropol no debo dejar en el olvido sus preparaciones de almejas en salsa verde , sus pescados a la plancha o al horno , sus arroces en paella… Restaurantes como PEÑALBA , CASA VICENTE , PEÑA MAR… se lo demostrarán.
.- En una paella (que ahora dicen paellera) con un chorro de aceite , al fuego, pochamos dos dientes de ajo y una cebolla picados muy en menudo. Añadimos después dos tomates cortados en rodajas y rehogamos bien.- Dejamos hervir a fuego muy suave durante unos minutos.
.- Agregamos el arroz (de grano redondo) , rehogamos con el sofrito anterior, y seguidamente añadimos caldo de pescado , ya caliente, en doble cantidad que de arroz. Salamos al gusto.y coloreados con azafrán.
.- Tras unos 6 minutos de cocción a fuego fuerte bajamos el calor e incorporamos los bogavantes (bugres, llocántaros) cortadas «en horizontal» sus colas y en dos mitades a lo largo su cabeza.
Para cuatro personas bastan 2 bogavantes de unos 600 g cada uno.
Si se desea pueden añadirse langostinos, gambones y almejas.
.- Prosigue la cocción durante 10 minutos más en hervor continuo y a fuego moderado. Llegado el fin (a fuego apagado) se cubre la paella con un paño blanco muy limpio y reposa 5 minutos.
.- Se sirve de inmediato
¿Y con qué se acompaña?
Miren ustedes, hoy les voy a dar un consejo…porque «me sale del corazón».
Una buena sidra espumosa EL MAYADOR, de M.Busto (Villaviciosa) nos ayudará a disfrutar la asturianía de este plato.
Recuerden la copla :
«De la sidra el inventor
fue un humilde mayador»
¡Ostras , Pedrín ! , decíamos de pequeños. Son las 14 horas y es hora del almuerzo. Hoy , como es costumbre primaveral ,toca centollín francés.
¡¡Feliz puente festivo!!.