Amigos lectores , no se confíen con este «sol mañaneru» de hoy porque trae cola de nueva invernada . Al fin y al cabo , ya lo previene el refranero al decir aquello de » Ni sol mañaneru , ni cura callejeru».

No se olviden que , aunque estamos en marzo, aún sigue el invierno y que , como así decimos en Colunga , «al inviernu nunca lu comió el llobu». ¡Vaya! . Que el frío y la lluvia siguen tentadores en su invitación a comidas «que furnan» y a dulcerias caloricas.

Les cuento una historia. En 1882 , en la ciudad de Almagro (Ciudad Real) un maestro confitero, don Avelino Molina Cano , fundó una confiteria en la que , como especialidad , creó unos pasteles a los que por su forma tronconica dio el nombre de CUBILETES DE ALMAGRO. Se trataba de unos dulces de gran tamaño (para 4 personas) elaborados con bizcocho y almendra , bañados en almíbar y coronados en su parte superior con merengue rematado con una guinda.

En la actualidad su bisnieto ANGEL MOLINA MALDONADO sigue al frente del negocio y aquellos «cubiletones grandes» los adecuo a piezas de «ración individual» En Asturias , los CUBILETES DE ALMENDRA ,cuyo origen desconozco , se basan en un «contenedor» troncocónico de pasta quebrada dulce que admite un relleno de almendra , huevo y azúcar, aromatizado con un licor y adornado con un espolvoreo de azúcar glas. En Colunga , mi pueblo, fueron famosos los cubiletes de LA PORTALINA y los de MAGOVI.

Ayer , ¡Oh maravilla! , los descubrí buenísimos, espectaculares , en Villaviviosa , concretamente en la Confiteria-Cafetería VIENA , actualmente regentada por mi colega química la colunguesa Claudia Cristóbal Alonso. Bueno , bueno , bueno…