POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS).
Les pongo en antecedentes.
Las patatas , cuya cuna es americana , llegan a España «vía Sevilla» en 1542 (año arriba ,año abajo) procedentes de Sudamérica . Su destino , en principio, era alimentario pero ni hasta los acogidos en el sevillano Hospital de Caridad las aceptaron como tal.
Consecuencia : «ya que estaban aquí» y , como dice el refrán que «de lo perdido saca lo que puedas» , las consideraron como planta exótica ornamental. Y no sólo en España sino en toda Europa.
Pero , ¡ay, amigos! , en el siglo XVIII (concretamente entre los años 1756 y 1763) tuvo lugar la famosa Guerra de los Siete Años entre diversas potencias europeas con intereses coloniales y en esa «engarradiella» resultó prisionero el farmacéutico , naturalista y agrónomo francés Antoine Augustine Parmentier (1737-1813) , quien vio en la PATATA una excelente fuente de alimentación para los soldados y los prisioneros.
Terminada esa contienda, Parmentier , con la ayuda de la corte regia de Francia , destinó sus esfuerzos para hacer de la PATATA un alimento básico en la alimentación humana.
¿Y qué pasó en España?
En nuestro país empezó a consumirse muy a finales del siglo XVIII y , ya con más intensidad, desde el siglo XIX debido a la influencia cultural francesa.
Ahora viene otra historia.
Desde los primeros años del siglo XIX -y podemos centrar nuestra atención a partir de 1808 con la Guerra de la Independencia- hasta bien entrado el siglo XX – con fecha en 1939 con final en la llamada Guerra Civil – España vivió una larga etapa de guerras, contiendas , guerrillas , «disputas muy bisputas , o sea dos veces putas » que decía un buen amigo mío.
En definitiva : grandes períodos de hambruna a los que la patata vino a poner remedio.
¿Cómo se preparaban ?
¡Hombre , la cosa está clara ! .- Las clases pudientes , que siempre las hubo, las consumían como fritas , en guisos con carnes y pescados , en purés que acompañaban asados…¡qué se yo !.
Las clases humildes se limitaban a prepararlas «a lo probre» , que decimos en Colunga y que los entendidos , para disimular, denominaban VIUDAS . Es decir: cocidas en agua con sal y aderezadas , si era posible, con un sofrito de cebolla y pimiento coloreadas con azafrán o pimentón.
Bueno , bueno , bueno…
Pues, para no variar, seguimos con nuevas historietas.
Se dice , se cuenta… que en la región que antes llamábamos Castilla la Vieja , concretamente en LEÓN , VALLADOLID, BURGOS Y PALENCIA (incluso centrando el asunto en la localidad palentina de AGUILAR DE CAMPOO) , «alguien» modificó el guiso de patatas viudas disimulando su humildad con una sencilla fritura.
Y ese disimulo no se centró sólo en el modo de elaboración sino también en el título de la receta : PATATAS A LA IMPORTANCIA .
Nombre que en algún libro leí que se debió a doña Emilia Pardo Bazán (1851-1921) .
Si esto es verdad , hemos de reconocer que las PATATAS A LA IMPORTANCIA tienen historia anterior a la Guerra Civil y no datan de los tiempos «de cuando el racionamiento» como han afirmado algunos.
¿Cómo se preparan las PATATAS A LA IMPORTANCIA?
Mi segunda receta al respecto me la dio María «la de Sergio» , del Restaurante Sergio , en Sahagún , en el año 1964.
.- Se da una primera cocción en agua a las patatas sin pelar . Después , ya peladas, se cortan en rodajas del grosor de un dedo. Se rebozan en harina y huevo , se fríen y llevan a una cazuela y allí se cuecen en caldo y se guisan al modo acostumbrado. Hay quienes las aromatizan con una hoja de laurel.
Otra receta , esta con fecha de 1963 , procede del ya desaparecido Restaurante Lisboa , en Zamora capital.
.- Las patatas , previa semicocción inicial, rebozadas y fritas, se llevan a una fuente de horno bañándolas con caldo y vino y un espolvoreo de queso. Después hornean a 180 ºC hasta que estén tiernas, que no hechas puré.
¡Oiga ! ¿Y como las preparan en CASA PRUDO ?
Se lo cuento :
.- Inicialmente seguimos el proceso «Casa Sergio» , que ya detallé anteriormente.
.- Una vez en la cazuela terminamos la cocción en un caldo de pescado aderezado con una salsa verde , un chorro de vino blanco y complementando con unos «marisquinos bivalvos » (mejillones, almejas, berberechos…) según ofertas de mercado.
¿Y para beber?
¡Caray! . Al ser PATATES IMPORTANTES , habrá que tomar una sidra «de les que facem ¡pum!».
NOTA.- Foto , tomada de internet, de PATATAS A LA IMPORTANCIA al modo castellano y leonés.
FUENTE:https://www.facebook.com/photo/?fbid=370129602077245&set=a.193937553029785