Cuéntase por tierras gallegas , entremezclando leyenda e historia , que a orillas del Sar existió una «piedra altar» dedicada al dios Neptuno. Tal piedra , conocida como » el pedrón» , se la «cristianició» en la Edad Media suponiendo que fue el punto de amarre de la barca que trajo a Galicia el cuerpo del Apóstol Santiago. Ese «pedrón» dio nombre a un municipio – PADRÓN- en cuya iglesia parroquial se conserva.

Padrón , municipio coruñés cercano a Santiago de Compostela , comprende varias parroquias , siendo HERBÓN una de ellas , famosa por su monasterio de San Francisco cuyos frailes iniciaron el cultivo de los exquisitos PIMIENTOS que se conocen como » DE PADRÓN » cuando en realidad histórica debieran llamarse de HERBÓN.

Y si los » PEMENTOS DE PADRÓN » ( nunca digan «del Padrón») son una de las enseñas culinarias gallegas , centollas aparte, los MEJILLONES de las Rías no les andan a la zaga. Hace tiempo que no voy a Galicia , pero sí la tengo presente en mi casa con sus «cosas de cocina» donde nunca faltan berberechos , navajas , mejillones , pimientos de Padrón y vinos ribeiros o albariños.. Bueno , bueno , bueno…

Pues después de esta » confesión de parte» , les diré que en CASA PRUDO , que es la mía , tuvimos añoranza de Galicia , situación a la que pusimos remedio con dos «inventos» muy humildes y sabrosos. Se los detallo.

1.- MEJILLONES AL VAPOR CON TRIGUEROS.

En una cazuela , previa limpieza del producto , pusimos los mejillones al fuego rociados con un buen chorro de vino blanco. Una vez abiertas las valvas seleccionamos » la carne» y los servimos acompañados de espárragos verdes finos , regado todo con aceite AOVE y vinagre de sidra. Riquísimo , pueden creerme.

2 – POLLO AL AJILLO CON PIMIENTOS DE PADRÓN.

Compramos 3/4 kg de pollo «de granja» cultivados en Galicia ( marca muy conocida por su calidad ) y , limpio y troceado , lo freímos al ajillo al modo acostumbrado. A media fritura añadimos «dos puñados» de pimientos de Padrón ( quizás no son gallegos) y , junto con el pollo, terminaron la fritada. ¡ Exquisito ! . Sigan creyéndome.