LES HISTORIES DE FIDALGO-SAN HILARION , EL SOLRIVERU Y UN ARROZ A LA CUBANA.-
POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Si ustedes salen de la villa de Colunga hacia Gijón por la carretera Ribadesella-Canero (N-632) , que es la calle más importante de la localidad , observarán que nada más sobrepasar la Plaza de Vigon e iniciar la bajada al Carril hay una pronunciada curva a la derecha que los colungueses seguimos llamando «la curva de la Feliciana»
¿Por qué ese nombre?
La respuesta es sencilla y muy entrañable. En los bajos de la casa que hay a la izquierda de esa curva existió una tienda de comestibles regentada por una señora de nombre FELICIANA cuyo esposo (no recuerdo ahora su nombre) se apellidaba CARAVIA.
Tuvieron varios hijos : Armando, Enrique, Pilar , Consuelo, Esperanza y Conchita .
Y sucedió que…
Entique Caravia, «Enrique el de la Feliciana» emigró a Cuba en sueño de «hacer fortuna » y forjar un futuro de riqueza.
Fijó su destino en Guanajuay (Pinar del Rio) , donde la suerte le fue esquiva, sufriendo la falta de techo, de trabajo , de alimento , de medios de subsistencia…
Y allí , en una parroquia cercana donde se veneraba a San Hilarion (santo eremita del siglo III) , coincidencias del destino , el párroco don José Maria del Valle era colungués de Pivierda. Y él , conocedor del asunto, prestó a Enrique alojamiento, alimento y medios para orientar su vida y trabajo.
Y pasado el tiempo Enrique , con dinero y experiencia , retornó a su Colunga natal consiguiendo puesto de funcionario en el Ayuntamiento colungués.
El recuerdo a su pasado en Cuba se tradujo en una devota gratitud a SAN HILARION , manifestada en el regalo a la parroquia de una imagen del santo y en la promoción de una fiesta en su honor en el barrio colungués del SOLRIVERU , a la vera del río Libardon. Esta fiesta se celebra anualmente el último domingo de agosto.
Bueno , bueno, bueno…
Hoy toca festejar a San Hilarión, santo palestino con «casa en Colunga» por intervención de dos colungueses en Cuba : don ENRIQUE CARAVIA, y su amigo el sacerdote don José María del Valle.. ¿Y cómo lo vamos a celebrar ?
Pues con un plato muy clásico de esa isla caribeña : Un arroz a la cubana.
Así lo hacemos :Preparamos un arroz «blanco » al modo acostumbrado (arroz bomba , aceite , ajo , agua o caldo de ave, sal) . Ha de quedar el grano suelto (no amazacotado) y un poco «al dente»
.- Se fríen uno o dos huevos para cada comensal. Se fríe un plátano cortado en dos mitades a lo largo por casa comensal.
.- Se sirve emplatando un «cono» de arroz , a su lado uno o dos huevos fritos y las mitades de plátano frito. Se complementa con un baño de salsa de tomate.
