Finales de agosto de 1962. –

La promoción de Licenciados en Química (Facultad de Ciencias. – Universidad de Oviedo), iniciada la carrera en 1957, terminábamos también nuestra etapa de «mili» en el Campamento de Instrucción Premilitar

Superior (IPS) con el grado, escala de Oficiales, de ALFÉREZ DE COMPLEMENTO.

Fueron «dos campamentos» de verano, con tres meses de duración cada uno, vividos con intensidad de alegría juvenil en MONTE LA REINA, lugar prácticamente equidistante de las ciudades de Toro y Zamora.

Diana a las 6 h 30 min de la mañana. Revista. Desayuno. Clase. Instrucción militar. Clase. Desfile. Duchas. Comida. Siesta. Clase. Gimnasia. Descanso. Oración. Retreta. Cama.

En la mañana de los sábados, examen.

Tarde de sábados y domingos, descanso. Salidas. Regreso :domingo a las 18 h.

Habitación : Tiendas de campaña con capacidad para 15 personas.

Comidas :

Desayuno : Café con leche o chocolate y un bollo de pan

Comida : dos platos fuertes y postre. Pan

Merienda : personal

Cena : Sopa, dos huevos cocidos. Pan

En ocasiones, el día de clases se sustituía por «marchas prácticas de guerra». Los de Ingenieros de Transmisiones pues eso : prácticas de comunicación por telefonía, radio…

Les decía que los domingos eran días de «salida voluntaria». Unos iban a Peleagonzalo (! qué conejo guisa an allí!), otros a Toro (buen arroz, buen bacalao, buen lechazo, buen vino), otros a Zamora capital (! qué pinchos morunos en el bar Lobo, o al menú del día en el restaurante Lisboa).

Y en los descansos y siestas, cartas a las novias, a la familia…

Yo, que soy de espíritu prusiano, fui feliz, muy feliz, en MONTE LA REINA. Fui ALFÉREZ con el número 15 de escalafón y esto me permitió ir como ALFÉREZ Profesor en 1963 a ese Campamento.

Han pasado 60 años. Monte la Reina, como «campamento militar» ya no existe.

Pero, pueden creerme, sigue vivo en mi recuerdo y en mi conducta.

Y hasta me siento orgulloso cuando un antiguo alumno mío, hoy sargento de la Guardia Civil en Colunga , persona a la que quiero mucho, cuando me saluda lo hace al modo militar : «! A tus órdenes, mi alférez!». – Gracias, chaval ; yes buen alumno.

Aquí me ven, amigos. Un alférez joven del Arma de Ingenieros.

Ye lo que nos queda a los vieyos :les Histories del abuelo Cebolleta.

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