POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS).
Un amigo lector , seguidor de mis «Histories…» , comentando algunos remedios que cité ayer para combatir el catarro , me advirtió así: » Profesor , olvídese de fervidillos y decidase por un centollin , bautizando el carru con zumo de naranja y vino blanco «.
¡ Qué cosas ! . No sabía yo que el centollo era como el viejo «Ungüento Garcia» que servía para todo.
¡ Hombre ! Algo -cosa buena -debe tener ese bicho espantoso con forma de arañon cuando los científicos lo clasifican como un «crustáceo decapado braquiuro» , lo que me hace sospechar que «esas palabras raras» ocultan placeres insospechados.
Y miren por donde , leo que -¡ asombrarse! – El consumo anual de centollo en el mundo supera las 5000 toneladas ; es decir , 5 000 000 kg.
Y me entero también que el 70 % de esas capturas corresponde a las costas francesas ; un 10 % a las británicas y un 3 % al litoral Cantábrico de Asturias, Galicia y norte de Portugal..
¡Ay, amigos ; pero qué 3 % tan maravilloso !
Nuestros centollos «de acá «, moradores de fondos rocosos donde se alimentan de algas , de erizos , de crustáceos, … tienen , como diría don Julio Camba , sabor a mar y esencia de tempestades.
Y un inconveniente : su precio de mercado oscila entre los 35 y 45 €/kg.
Solución : hay que optar por «ejemplares de importación » , de «cetarea» , procedentes de Francia , Irlanda , Gran Bretaña….
Su carne es menos sabrosa que la de «los nuestros » ; pero con un poco de habilidad «tou tien arreglu» : basta que los cuezan «cargando un poco la sal» junto con unos oricios (si pueden) o con una hoja verde de laurel.
¿Y cómo se prepara el carro o caparazón?
Si el centollo sale bueno (relleno) el contenido del «carro» admite algún complemento según el gusto de cada cual. Yo añado huevo duro picado y un buen chorro de sidra o de fino andaluz.
Ya lo decía el cantar :
«De sidra por un centollu
cogi la gran borrachera…»
Bueno , bueno , bueno…
Pues siguiendo el consejo de mi amigo, también bautice con zumo de naranja , pero naranja de acá. de Colunga.
No se si el catarrazu irá «a mejor» , pero «el mio centollin francés acolunguesau» resultó de matrícula de honor.
Las fotos lo demuestran. Pinchen en cada una