POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Nuestra historieta de hoy tiene su inicio cuando don Fernando el Católico , ya viudo de doña Isabel , decidió declarar a su hija doña Juana I de Castilla , viuda de don Felipe el Hermoso, como «trastornada mental» (de ahí el sobrenombre de doña Juana la Loca) y facilitar el acceso al trono de España a don Carlos de Habsburgo , hijo de doña Juana y nieto del emperador Maximiliano de Habsburgo.
Y el joven don Carlos , conocido como Carlos de Gante, educado a la sombra de su abuelo en Gante, llega a España «a golpe de remo» (es decir, en barco) y por un despiste del capitán del navío o a causa de una tormenta, tomó tierra en un destino no previsto : TAZONES , que es parroquia del municipio asturiano de VILLAVICIOSA.
Sucedió esto el 19 de septiembre de 1517 , siendo este desembarco el primero que realizó don Carlos a tierras españolas; el último tuvo lugar el 28 de septiembre de 1556 en Laredo (Cantabria) para continuar viaje a Cáceres y «enclaustrarse en el Monasterio de Yuste hasta su muerte.
Se cuenta que don Carlos , ya en tierra firme, pasó su primera noche en Villaviciosa capital y en su segundo día de viaje pernoctó en Colunga en la casa señorial de la familia Alonso Covián.
En fin , que sabemos donde descansó , donde durmió , pero no sabemos (al menos , yo) qué comió.
Digo yo , y no digo misa, que si este «sucedido» sucedió en septiembre y en plena costera del BONITO (del BONITO DEL NORTE , se entiende) , resulta lógico pensar sin grave error que , o bien en Villaviciosa, o bien en Colunga, le habrían ofrecido unos buenos mariscos y unas excelentes preparaciones de BONITO a la plancha, al horno, en salpicón … o en ROLLO.
Preparación ésta – la del ROLLO DE BONITO o BONITO EN ROLLO- cuyos orígenes hay que buscarlos en la Marina lucense o en la costa asturiana .
Bueno , bueno , bueno…
Pues ahora viene otra historia más cercana en el tiempo y tan real como el desembarco de don Carlos . Y , por supuesto, en Tazones.
Les cuento :
En 1989 , en un precioso paraje en altura sobre la villa marinera , dos amigas inauguraron en sociedad un restaurante , denominado EL CATALÍN, con la ilusión de ofrecer una cocina tradicional marinera , abastecida con materias primas (pescados, mariscos) del propio puerto de Tazones y productos de huerta cultivados en el municipio maliayés.
Pasado el tiempo , y con gran éxito de clientela, GLORIA , una de las socias fundadoras del restaurante, sigue al frente del mismo como única propietaria . En estos día , ya jubilada, dejó en manos de sus hijas , JESSICA (atención al cliente) y NOELIA (responsable de cocina), la continuidad del restaurante y ella … a cultivar hortalizas en su huerta y suministrar productos «km 0» para su consumo-
La cocina de EL CATALÍN , como les apunté, es tradicional y marinera. No andan con «tiquismiquis» de modernismos minimalistas. Como dice un amigo mío , restaurador también como Noelia y Jessica , «aquí no se inventa, se cocina». Pues eso. Y como estamos en plena COSTERA DEL BONITO DE NORTE, aquí les ofrezco la de BONITO EN ROLLO, tal como lo preparan en EL CATALÍN.
.-En una cazuela con aceite, al fuego, pochan unas cebollas cortadas en juliana. Se reserva,.
.- En un cuenco grande desmenuzan el bonito (exento de pieles, espinas y nervaciones) y lo mezclan con pimientos del piquillo asados, jamón de buena calidad picadín en menudo , un poco de cebolla picada en fino , ajo , sal, pan rallado y huevo batido.
.- Se amasa a mano hasta mezclar muy bien , debiendo quedar una mezcla ligera y compacta . Se moldean los rollos al tamaño que se desee y reposan unos momentos.
.- Se fríen esos rollos en aceite caliente hasta dorar y se llevan a la cazuela donde está la cebolla pochada. Se añaden un chorro de vino blanco, un poco de pimienta blanca molida y uno o dos tomates cortados en cuartos. Cuece todo a fuego moderado y continuo durante una media hora.
.- Se sacan los rollos , enfrían y cuando proceda se cortan en rodajas. La salsa se pasa por el pasapurés y se sazona con sal, si procede.-
.- Se sirven tres o cuatro rodajas , bien calientes, por comensal , aliñadas con su salsa. Se acompañan con patatas fritas.
Para beber, aconsejo un vino rosado, fresco.