POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Hoy por la mañana, para descansar en la redacción de unos temas de Física, abrí mi Facebook y me encontré (¡qué envidia y qué placer!) con estos arroces en paella preparados, el de «espárragos radiales y limón central» por Joaquín Afonso Manasé; y el de «pimientos radiales y limón central » por Maxi Menéndez Huerta , ambos asiduos de esta red social.- Dicen que era el «preludio, prefacio, prólogo, introducción u obertura» para poder disfrutar de la final de la Copa del Rey, bien alimentados y en noche de primavera.
Un servidor que en esos momentos escribía sobre Física, y además cuenta «histories», se dijo » ¡Coña! Esto me da pie para recordar una leyenda celta y, de paso, explicar Física»
Y en esas -con su permiso- estamos.
Pues señor, érase una moza celta, de las de esencia, presencia y potencia, llamada ETAIN, que tenía un novio (más bien follamigo, o amigovi, como se dice ahora) elegante, prestante y arrogante.
Pero, ¡ay, amigos!, TARANIS, dios del trueno, se enamoró de ella y un día, paseando la pareja por el bosque (es decir, entre el follaje), lanzó un rayo para matar al mozo.
No lo consiguió porque LUGHT, dios del viento, desvió el rayo pensando que caería sobre uno de sus árboles preferidos y… ¡zas! descargó sobre la moza y la mató.
TARANIS, muy enojado, maldijo a LUGHT y le condenó a que cada vez que se presagiara tormenta el cielo aparecería, en los atardeceres, de color rojo sangre. Sería el recuerdo permanente de la muerte de ETAIN, la guapa moza celta.
¡Oiga! ¿Y qué «mentira» cuenta la Física?
La atmósfera -y esto desde siempre, pero ahora más porque somos muy contaminantes- lleva en suspensión micropartículas de polvo, cenizas, humos, moléculas de gases… que dispersan la luz blanca solar cuando llega a ella y la atraviesa en su recorrido hacia el suelo terrestre.
La luz blanca es una luz compleja formada por los siete colores del arco iris, siendo el ROJO el menos energético y el de mayor longitud de onda.
En los atardeceres y amaneceres el sol está muy bajo y su luz debe atravesar una longitud grande en la atmósfera. Los colores de menor longitud de onda se dispersan en todas direcciones y apenas llegan a nosotros, siendo el rojo el que nos llega con una sola dirección y mayor intensidad
¡Oiga! ¿Y esto es verdad?
Les contesto como yo lo hacía en clase ante preguntas análogas: «¡Ni lo sé, ni me importa! Lo admito si explica el caso con lógica… y me ayuda a deducir aplicaciones prácticas».
Por tanto, y como aplicación útil, guisen un arrocín a su gusto mientras cantan aquel cantar que dice:
«Por debaxu del puente
non pasa naide ;
sinon polvu y arena
que lleva´l aire»
Así recordarán que polvo y arena, entre otras partículas, nos hacen ver rojizo el cielo por las tardes (arroz de Maxi) y nos dejan ver la luz blanca del sol a mediodía (arroz de Joaquín).
El limón central es el SOL emitiendo su luz.
NOTA.- Fotos de los arroces comentados, cuya publicación me fue autorizada.