LA PRESENTACIÓN DE LA NUEVA INVESTIGACIÓN DEL CRONISTA DE LA VILLA SERÁ MAÑANA, EN UN ACTO QUE TENDRÁ LUGAR EN LA DISCOTECA ‘LA VIOLETA’
La poco conocida historia del único hospital de Sepúlveda del que se conserva documentación ha dado pie al cronista oficial de la villa, José Antonio Linage Conde, para escribir un libro, “El hospital de Sepúlveda y la Cofradía de la Cruz”, que se presenta mañana, 12 de noviembre (20,30 horas), en un acto que tendrá lugar en la discoteca ‘La Violeta’.
“En el siglo XVI —advierte Linage, para empezar—, existió otro hospital, llamado del Espíritu Santo, pero de él únicamente se sabe el nombre; y es posible que hubiera otro, de San Lázaro, pero en este caso no es segura su existencia”. Hechas estas aclaraciones, Linage explica que el hospital al que hace referencia en su nueva publicación pertenecía a la Cofradía de la Cruz, y atendía “únicamente a enfermos forasteros”. “Sobre todo, a mendigos y gentes de paso”, agrega.
Documentos consultados en el Archivo Municipal de Sepúlveda, el Archivo Parroquial y el Archivo Histórico Nacional han permitido a Linage componer la historia del mencionado hospital, ya en funcionamiento en el siglo XVI —aunque su fundación posiblemente fuera muy anterior— y que se mantuvo en activo hasta mediados del siglo XX, si bien en su última etapa solamente atendía a enfermos de paso, que se dirigían principalmente al hospital de Segovia.
RELACIONES DE SEPULVEDA
De la variopinta procedencia de los hospitalizados, Linage ha querido deducir las relaciones de Sepúlveda con su entorno. “(La villa) ha tenido más relación con el norte que con el sur; de Galicia y Cantabria venía aquí mucha gente, incluso cuadrillas de canteros, mientras que del sur de la Sierra llegaban menos”.
Al frente del hospital solía estar un matrimonio, “los caseros”, que se encargaba de atender a los enfermos. La Cofradía de la Cruz entregaba a estos caseros una cantidad económica para la alimentación de los pacientes.
“En el hospital —revela ahora Linage— existía una capilla, donde la Cofradía de la Cruz celebraba sus cultos, y en ocasiones se realizaban enterramientos”. El hospital era la sede de la Cofradía de la Cruz, el lugar donde tenían lugar sus reuniones. Y también sus fiestas. A modo de anécdota, Linage dice haber descubierto, en un documento del siglo XVII, “la primera mención al cordero asado de Sepúlveda”. Ese fue el menú que comieron los cofrades en el hospital el día de su función principal, La Cruz de Mayo.
La trayectoria del hospital fue paralela a la de la Cofradía de la Cruz, hasta que ésta se extinguió, durante la Regencia de Espartero, en el siglo XIX. A partir de ese momento, el hospital pasó a depender del Ayuntamiento de Sepúlveda. Con el paso del tiempo, éste hizo una permuta con la Diputación de Segovia, a la que cedió la mitad del edificio a cambio del denominado ‘hospital de San Cristóbal’, —que en realidad no cumplía ese cometido, sino el de una ‘casa de caridad’, para socorro de pobres—, donde ubicó el cementerio municipal hoy en uso.
“El hospital de Sepúlveda y la Cofradía de la Cruz”, cuenta con prólogo de Adela Tarifa, directora de Instituto de Estudios Jienneses, y epílogo del historiador Francisco Fuentenebro.
Fuente; http://www.eladelantado.com/ – Guillermo herrero