POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
La luz ha abierto el diafragma de su pupila para que penetre y sea la primera en besarla, derramándose sobre su cara que acoge la verdad del tiempo. En medio de la partitura de cantos y rezos por el camino de la memoria en el que se santiguan los siglos. Este cielo de agosto que es la patena donde Dios oficia el misterio de la luz. Una luz que promete y cumple resurrecciones, descosiendo, bajo la esperanza, los duros diagnósticos que traspasan las esquinas de nuestras vidas.
Ella es lo nuevo y antiguo. De ayer, de hoy y de todos los siglos venideros. Si supieras, cuando vamos en tu búsqueda, cómo el sol de la media noche convierte en día la madrugada. Así viene y llega “bajo el nombre feliz de Barbaño”. (Foto Visam)