POR PABLO GALINDO ALBALADEJO, CRONISTA OFICIAL DE LOS ALCÁZARES (MURCIA)
El día 19 de octubre de 2017 durante unas obras en el Juzgado de Paz de Los Alcázares los albañiles han encontrado una gran piedra tallada por una de sus caras, con las inscripciones de “PACHECO”, SAN JAVIER y una flecha por medio. Desconocían su importancia. Se preparaban para arrojarla al vertedero. De visita rutinaria a la obra han llegado técnicos municipales que han sido preguntados por la piedra, éstos para asegurar la autenticidad se han puesto en contacto con personal de Urbanismo y Alcaldía. Resulta ser el mojón o hita que señalaba la división administrativa de Los Alcázares al finalizar la calle de Telégrafos, junto al paseo de la playa. Colocada sobre la línea que separada el pueblo en dos mitades, hacia el N. era municipio de San Javier y hacia el S. se pertenecía a Torre Pacheco.
El poblado de Los Alcázares creció a ambos lados de la “frontera”, cada parte tenía su pedáneo, sus impuestos, su limpieza de calles, incluso hasta su fuente de agua potable cuando llegó el agua del Taibilla y cada zona su Registro Civil para nacimientos, defunciones y matrimonios y para tramitar esas diligencias se trasladaban las familias a San Javier o Torre Pacheco. (no se era natural de Los Alcázares)
Cuando creció la población escolar -que acudía a las cuatro escuelas construidas en tiempo de la República en la zona de San Javier independientemente de la zona donde residiera- y faltaron aulas, mientras se construían otras cuatro auspiciadas por el Ayuntamiento de Torre Pacheco en su zona, se habilitaron cocheras, bajos y hasta el salón parroquial para atender la demanda. Una vez finalizado el aulario junto a una cooperativa de viviendas y la carretera de Balsicas se cerraron momentáneamente las cocheras. Era curioso, las ocho aulas y su profesorado conformaban un solo colegio y cuando había que reponer la bombona de butano para la calefacción de un aula se debía llamar al pedáneo de la zona de San Javier si se necesitaba en el edificio de la República y si faltaba en alguna de las aulas de “edificio amarillo” se llamaba al pedáneo de la parte de Pacheco.
La división de Los Alcázares producía situaciones llamativas y curiosas y algunas resultaban menos divertidas para los vecinos (asfaltar solo la mitad de la calle, realizar la acera de un solo lado, limpieza parcial de la playa…).
Los Alcázares alcanzaron la unificación de su territorio y la independencia administrativa el 13 de octubre de 1983 tras largos años de trabajo, gestiones, reuniones, asambleas, viajes, visitas… todo coordinado por la Comisión Gestora Pro-Ayuntamiento, formada por varias decenas de hombres y mujeres, que trabajaron codo con codo para conseguir ser un solo pueblo, con su ayuntamiento.
Para recordar el X aniversario se levantó un monolito junto al paseo de la playa, exactamente sobre la línea divisoria y en una de las superficies está incrustada una reproducción en metal del mojón ahora encontrado, con la flecha señalando cada zona del pueblo.
Al finalizar los días de celebración del XXXIV aniversario de la creación del Ayuntamiento de Los Alcázares se encuentra casualmente en unas obras el antiguo mojón o hita que señalaba la división del pueblo.
Humildemente proponemos que se conserve esta piedra caliza procedente del Cabezo Gordo, sea protegida adecuadamente y colocada en una zona destacada de la zona de exposiciones del Ayuntamiento, con una sencilla explicación al respecto.
Las nuevas generaciones del alcazareños no pueden desconocer la historia más cercana del pueblo. Deben saber que siempre no hubo ayuntamiento, ni biblioteca, ni polideportivo, ni centro de salud, ni siete centros escolares… Tarea de todos es transmitir nuestro legado, también a través de las piedras.