LA FIRMA DEL PINTOR BERTUCHI ES FACIL DE FALSIFICAR SEGÚN JOSÉ LUIS GÓMEZ BARCELÓ, CRONISTA OFICIAL DE CEUTA
«Todos los dias aparecen obras falsas o bien imitaciones muy malas de la obra de mi abuelo» explica Mariano Bertuchi Alcaide, nieto del afamado pintor de Céuta
Mariano Bertuchi Nieto (Granada, 1884 – Tetuán, 1955) es el pintor del Protectorado español en Marruecos, el creador de toda una iconografía imprescindible incluso en el actual reino alauita, el orientalista y gran pintor africanista del siglo XX. Más de 3.000 obras, y muchas de ellas en el mercado del arte, desde sellos, dibujos, postales y carteles, a acuarelas y grandes óleos. No obstante, un gran porcentaje de la producción de este artista se encuentra en manos de sus herederos y de un buen listado de colecciones particulares, museos e instituciones públicas.
Pero es el más buscado por las salas de subastas y galerías, y uno de los más presentes en las pequeñas plataformas online de coleccionistas. A cualquier imagen orientalista se le coloca la firma M. Bertuchi y se pone a la venta.
Los albaceas no han tardado en reaccionar y llevan interpuestas unas veinte denuncias por falsificaciones de obras del artista granadino puestas a la venta. La última detectada fue el pasado mes de julio, un dibujo titulado Zoco, comercializado por una casa de subastas online con sede en Barcelona. Para más inri, según los especialistas, la obra ni siquiera existe, o sea que es una invención de nuevos Bertuchis.
Mariano Bertuchi Alcaide, albacea de la obra de su abuelo, afirma que “más del cincuenta por ciento de los ‘Bertuchis’ que hay en el mercado son falsos”. Él es el encargado de la catalogación del legado, que lleva a cabo a través de diversas publicaciones dedicadas a cada una de las facetas del artista. La cesión al Museo de Ceuta de las Murallas Reales hasta 2021 de doscientas obras del artista para una exposición permanente le ha rebajado en gran parte la ingente tarea de conservar, clasificar y velar por la obra de su abuelo.
“Es una tarea imposible estar en constante vigilancia para detectar tanta falsificación”, afirma Mariano. La ley de propiedad intelectual no sólo persigue y condena a los falsificadores sino que ahora el Código Penal, además de por estafa, amplía la condena a todos aquellos que se lucren con la venta, “y así tengo denunciadas a un buen número de galerías”.
Ausencia de garantías de autenticidad
Las salas de arte y sobre todo las de subastas y ventas online no salen muy bien paradas en palabras de los herederos de Bertuchi. “Las casas de subastas de calidad, las buenas, son Ansorena, Durán, Alcalá y Balclis, pero todas las demás sacan más falsificaciones que obra auténtica”, comenta Mariano. Las cifras son escandalosas y sobre todo la advertencia del nieto del artista granadino revela la ausencia de garantía de autenticidad de las obras de arte que se ponen a la venta en diferentes plataformas digitales. “En Internet, Todocolección se lleva la palma en la venta de falsificaciones y copias, y algunas también hemos detectado en la plataforma de ebay”, denuncia Mariano. “No son solo imitaciones, que son las que menos suelen aparecer, sino temas orientalistas de otros autores, la mayoría de ellos muy malos, a cuyas obras les colocan la firma de mi abuelo”, explica el albacea.
“Es incomprensible que profesionales de las galerías y salas de subasta saquen a la venta obras falsas”, denuncia José Luis Gómez. El especialista va más allá y señala que “incluso nos piden algunas veces que certifiquemos como auténticos Bertuchis obras que son falsas o copias, que les demos el certificado de autenticidad”.
El nieto responsable del legado Bertuchi explica que “la mayoría de las falsificaciones que hemos detectado proceden de herencias, y cuando quieren poner la obra a la venta nos preguntan para certificarlas y ahí las descubrimos”. Los clientes y compradores de obras de Bertuchi en su momento “eran militares y altos funcionarios del Protectorado de Marruecos, médicos, abogados, y de ahí proceden la mayoría de las obras que están en el mercado”, apunta Gómez Barceló. Aún así han encontrado falsificaciones. “Una familia de Ceuta presumía de tener un buen número de obras de Bertuchi y cuando acudí a verlos sólo uno de ellos era auténtico”, advierte el experto.
“Son muy fáciles de detectar estas copias y falsificaciones porque, además, copiar e imitar bien a Bertuchi es imposible”, dice el nieto del artista. “Por su tratamiento de la figura, el colorido, las texturas, las sombras moradas y la manera de reproducir la vegetación es muy difícil de copiar con exactitud”, indica José Luis. “Mucho más difíciles de imitar son los dibujos, porque Bertuchi usa lápiz blando y sus dibujos los hace en dos trazos, y todas las falsificaciones son con lápiz duro y muchos trazos”, insiste el cronista de la ciudad de Ceuta y especialista en Bertuchi.
El albacea del artista, por su parte, destaca la labor de las policías judiciales de Valencia y Barcelona, “que son las más activas en denuncias de obras falsas de mi abuelo, y se preocupan mucho en la vigilancia de toda copia o falsificación que aparece en el mercado”.
Consultas a seis expertos
Al Zoco postizo detectado se sumaron recientemente cuatro falsificaciones procedentes de una herencia. “Una ONG puso a la venta una serie de cuadros legados por un coleccionista, y gracias a que se detectó una obra falsa de Saura, uno de los grandes del grupo El Paso, se pudieron localizar los falsos de Bertuchi”, relata Mariano. “Fue la Fundación Saura de Suiza la que denunció y gracias a ella se comprobó la autenticidad del lote que se había puesto a la venta”, añade el albacea. “En este caso nos llamaron de la Policía Judicial de Patrimonio de Barcelona, para certificar las obras y de los cinco ‘Bertuchis’, cuatro de ellos eran falsos”.
Los mismos herederos se curan en salud antes de certificar cualquier obra de su abuelo. “Nosotros llegamos a consultar hasta a seis expertos antes de certificar cualquier obra, porque nuestra intención es asegurar todo aquello que tenga la firma de mi abuelo, pero la verdadera, claro”, dice Mariano.
“Son muy fáciles de detectar estas copias y falsificaciones porque, además, copiar e imitar bien a Bertuchi es imposible”, dice el nieto del artista. “Por su tratamiento de la figura, el colorido, las texturas, las sombras moradas y la manera de reproducir la vegetación es muy difícil de copiar con exactitud”, indica José Luis. “Mucho más difíciles de imitar son los dibujos, porque Bertuchi usa lápiz blando y sus dibujos los hace en dos trazos, y todas las falsificaciones son con lápiz duro y muchos trazos”, insiste el cronista de la ciudad de Ceuta y especialista en Bertuchi.
El albacea del artista, por su parte, destaca la labor de las policías judiciales de Valencia y Barcelona, “que son las más activas en denuncias de obras falsas de mi abuelo, y se preocupan mucho en la vigilancia de toda copia o falsificación que aparece en el mercado”.
Nadie reclama; sólo la familia y algún especialista. Los compradores, incluso conscientes de la falsedad, también callan. Y las galerías siguen con el negocio. Juan Luis Tapia