POR ANTONIO HERRERA CASADO, CRONISTA OFICIAL DE LA PROVINCIA DE GUADALAJARA.
Hoy está resultando un buen día, 22 de enero dedicado a San Vicente, patrón de #Sigüenza: porque me han acabado y entregado los ejemplares de la edición de mi último libro, el dedicado a «Los Caminos del Románico llegan a Sigüenza». Este es el «Hízose» del libro, que a los de Aache tanto les gusta poner y celebrar en sus obras: www.aache.com/caminos-del-romanico
LA OBRA
El estilo románico es el más representativo de la Castilla medieval, rural y teocrática. Una expresión arquitectónica que refleja la mentalidad de una sociedad que nos precedió, y a la que volvemos la mirada siempre porque vemos en ella reflejada la simplicidad, la sinceridad, el “buen rollo”, y una mirada sobre el mundo que no nos importaría repetir de vez en cuando.
Por los caminos llegaban, a pie o en mula, en aquellos tiempos las noticias, los mandatos, y por ellos alcazaban sus destinos los recueros, los predicadores y los artistas.
En este libro se analizan las influencias que el arte románico de la ciudad de Sigüenza, y de su entorno geográfico, recibieron de más norteñas latitudes. Además de mirar con lupa lo que hoy nos queda de admirar, en esta obra se nos ofrece claramente los lugares de donde proceden las obras seguntinas, los caminos que siguieron los artistas que las hicieron: la Aquitania arquitectónica, el Aragón pirenaico, la Castilla silense, y cómo por Atienza, y por Molina, a más de Sigüenza, ese “arte románico” llega a nuestra tierra y se expresa mayúsculo en templos, portadas, galerías, frisos y capiteles.
La expresión máxima de este arte es la catedral de Sigüenza, que este libro maneja en esencia y describe con detalle y claridad. Son también protagonistas de este “guía de caminos” los templos de Atienza y su entorno de la Sierra de Pela; los de Molina y su señorío, y, finalmente, en Sigüenza, esos monumentos del arte medieval que son los templos de San Vicente y Santiago, destino este último de un futuro “Centro de Interpretación del Románico de Guadalajara” al que este libro bien puede servir de proemio.