POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
Para la memoria histórica, ya lo avancé y se cumplió: Los cronistas de la Villa de Madrid no han contado en la ocasión de cambiar de nombre a calles respetables por su honor, pues la responsable máxima no les dio audiencia ni voz y aceptó que Celia Mayer diera al traste su opinión por inepcia o inconsciencia, por incultura o rencor, (y si no por esas cuatro razones… al menos dos). De manera que el embrollo, el churro o el chotis bailón le han salido francamente como no sabe ni Dios.
Suponer que fue Dalí otra cosa que pintor, pensar que Calvo Sotelo actuó en la rebelión, mofarse de Muñoz Seca, Jardiel, Mihura…, un montón, no es tener gracia ninguna del sentido del humor. ¿Ellos, franquistas letales? ¡Pero mujer ¿lo soy yo por denunciar disparates de tomo y lomo mayor?
Y tachar y confundir al español Juan Pujol no es sólo meter la pata, es un triste y grave error, por lo que no es de recibo ni basta pedir perdón.
No sigo la lista infame. Haced caso, por favor, a los Cronistas locales: son su mejor solución. Se lo pide de rodillas su seguro servidor.