A comienzos del siglo XVII Santa Cruz era un lugar próspero, habitado por nobles, hidalgos y pecheros, que explotaban numerosas granjerías y le daba cierta fama de pueblo importante de Extremadura. Por entonces, en él llegaron a morar hasta dieciséis sacerdotes, que vivían esencialmente de las numerosas memorias pías de misas establecidas en su parroquia. Pero esta laboriosidad, paz y sosiego que se adivina fue troncada cuando el rey de turno, Felipe IV, decide vender el lugar, que le pertenece por derecho de conquista realizada por sus antecesores y por lo tanto estaba dentro de las tierras de realengo, por las muchas deudas del reino y porque los acreedores le apremiaban. Acudió a la venta un personaje de alto poder político, económico y social, vecino de Trujillo, don Juan de Chaves y Mendoza, Oidor del Consejo de S M de la Audiencia de Granada, Caballero del hábito de Santiago, Trece de Órdenes de Santiago y Superintendente de Castilla, Consejero del Consejo Supremo de S M y de su Real Cámara, entre otros títulos (1). El 23 de noviembre de 1608 se había casado por poderes en la iglesia parroquial de la localidad con una prima suya igualmente perteneciente a la nobleza, doña María Paulina de Chaves (2), vecina y natural de Santa Cruz. Don Juan no dudó en establecer todo su poderío para conseguir la compra del pueblo, en contra de lo que los lugareños pretendían. La escritura de venta se firmó a su favor el 6 de junio de 1627.
Fueron muchas las circunstancias por las que los agustinos recoletos fundaron convento en esta localidad en el año 1629, dos después de la venta del lugar.
De todo ello hacen referencia los Cronistas Oficiales citados en su trabajo de investigación, así como un estudio pormenorizado del convento, la Historia, el arte y la vida monacal en el convento.
NOTAS:
(1) S M son las abreviaturas de su Majestad.
(2) Doña Paulina de Chaves era hija de don Pedro Alfonso de Hinojosa y Torres, conde de Casarrubias, y de doña María Paulina de Chaves, difunta en el 1608, familia que vivía permanentemente en Santa Cruz donde tuvieron a sus hijos. La familia más poderosa y pudiente de la localidad.