POR VICENTE VÁZQUEZ HERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE SAX (ALICANTE)
Las obras de desecación de la laguna de Villena se inicarion en 1803, bajo la dirección de Juan de Villanueva, arquitecto mayor de Carlos IV, siendo su principal obra la Acequia del Rey, que servía y sirve para evacuar las aguas de la cuenca endorreica de Villena al río Vinalopó.
En 1850, casi cincuenta años después de la desecación, las perniciosas consecuencias de regar con las aguas salobres las huertas de Sax, Elda, Novelda y Elche, se dejaban sentir a lo largo del recorrido.
Así se desprende de la carta con fecha 5 de julio de 1850 que el Gobernador de la provincia, Ramón de Campoamor, dirigió al alcalde de Sax:
“Habiéndose notado los perjuicios que se irrogan a los campos de los pueblos de Novelda, Elda, Sax, Elche y Villena con motivo del desagüe de la laguna de esta Ciudad en las avenidas de lluvias por las partículas salobres que se arrastran desde la referida laguna. La Junta ha acordado en sesión celebrada en el día de ayer hacerlo presente a V. S. por si se sirve disponer lo correspondiente para remediar los referidos males, pidiendo al efecto los informes necesarios a los Alcaldes de los pueblos citados para que sugieran los medios de remediarlos”.
A finales de 1850, el 17 de diciembre, el nuevo Gobernador de Alicante, Andrés Rebagliato, le escribe al alcalde de Sax sobre la reunión celebrada en Alicante:
“En la ciudad de Alicante, a las doce horas de la mañana del día 16 diciembre 1850, reunidos en el despacho del Sor. Gobernador de esta provincia, D. Andrés Rebagliato, y bajo su presidencia, los S.S. D. José Rico y Amat, comisionado por el Ayuntamiento de Elda, D. Juan Bellod por el de Villena, D. Pedro Miralles por el de Elche, y D. Pascual Juan, D. Juan Antonio Bernabé y D. Andrés Alpañés por el de Sax, con el fin de adoptar las medidas convenientes para remediar los perjuicios que causan las partículas salobres que arrastran las aguas que fluyen de la Laguna de Villena y riegan las términos de las referidas poblaciones… se convino por unanimidad en la urgencia de adoptar alguna resolución para evitar los citados males…”.