POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA

Les cuento.

A finales del año 2003, en una de mis frecuentes visitas a Editorial Everest, SA, en León, comentaba con don José Antonio López Martínez fundador y Consejero Delegado de la empresa, la idea -irrealizable, por supuesto- de escribir un libro turístico acerca del peregrinar jacobeo bajo el título «De Puente la Reina a Compostela, de puticlub en puticlub».

.-¡Qué disparate!, me dijo el jefe . Ni se te ocurra escribir nada al respecto.

.-¡Qué se va a hacer! , respondí sonriendo. Aunque en realidad sería dar vigencia de actualidad a lo que en el siglo XII escribió, entre otras informaciones, el monje benito Ameyric Picaud en el Codex Calistinus o Liber Sancti Jacobi…

.-¡Oye, se me ocurre otra cosa!, insinuó el Sr. López.

¿Por qué no nos escribes un librito para la colección «Vive y Descubre» que responda a la idea de conocer Asturias a través de la sidra. Lo titularíamos DE SIDRERÍA EN SIDRERÍA POR ASTURIAS?

Dicho y hecho.

En el año 2004 el libro ya estaba en las librerías y -¡gracias, señoras y señores!- con buen éxito de ventas.

¡Ah! ¿Y saben otra cosa?

A ningún llagar, a ninguna sidrería, se le solicitó colaboración económica alguna. Algunas, muy pocas entre las citadas en el libro, adquirieron ejemplares.

Sidrerías y lagares que hoy, en 2019, aglutinan sus esfuerzos para conseguir que la UNESCO designe a la CULTURA DE LA SIDRA COMO PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD.

Hoy, en el Museo de la Sidra de Nava, los Ayuntamientos englobados en la llamada COMARCA DE LA SIDRA, en grupo con varias personas invitadas y con los que se nos honró como «Embajadores Culturales de la Sidra en el Concejo», organizaron un acto con presencia institucional para reafirmar nuestra adhesión a esa solicitud ante la UNESCO.

Fue un acto sencillo, nada protocolario y, eso sí, pleno de ilusión. Un acto similar a los que también se realizaron en otras comarcas y ayuntamientos asturianos.

Les iba a hablar de la «encicloposia», palabra inventada a comienzos del siglo pasado por A. González Blanco en su libro (simpatiquísimo) «Nuevos diálogos morales» (Madrid, 1908).

¿Y qué es la ENCICLOPOSIA?

Pues nada, hombre, nada. Nuestra costumbre de beber sidra en grupo (en corro) y entre culín, culín y críticas al gobierno y al clero, echar al aire alguna tonada y, por supuesto, ir hasta «el matu» para evacuar aguas menores.

¡Ay! ¡Como eché de menos,hoy en Nava, la presencia de unos HUEVOS DUROS (de gallina, por supuesto) para «forrar» el estómago. Unos huevos de aldea, bien cocidos, y aderezados con un pelín de sal y un espolvoreo de pimentón agridulce extremeño!

Una espicha que se precie debe hacer gala de huevos duros. Bueno, y de chorizos, y de fritos de bacalao, y de trocinos de tortilla, y de «cocretes», y de «cachinos» de empanada… Ya saben: «de tou un pocu».

Esto nunca lo entenderá la UNESCO.