POR SILVESTRE DE LA CALLE GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE GUIJO DE SANTA BÁRBARA (CÁCERES).
El ganado caprino y ovino ha tenido una gran importancia histórica en Guijo de Santa Bárbara, pequeño pueblecito situado en la comarca de La Vera, al noreste de la provincia de Cáceres y en las estribaciones occidentales de la vertiente sur de la Sierra de Gredos.
Durante los meses estivales, los ganaderos guijeños subían a la sierra con sus piaras de cabras y ovejas, viviendo ellos en las tradicionales chozas y encerrando al ganado durante la noche en los majales.
¿QUÉ ES UN MAJAL?
El Diccionario de la Real Academia no recoge el término majal pero sí que encontramos en él la palabra majadal que tiene dos acepciones.
La primera acepción es lugar de pasto a propósito para ovejas y ganado menor. Esta palabra no nos sirve para Guijo de Santa Bárbara puesto que un lugar así sería más próximo a lo que se denomina regajo que es un pastizal de montaña a orillas de un arroyo o regato.
La segunda acepción de la palabra se acerca más, aunque no del todo, a lo que en Guijo sería un majal pues dice que se trata del lugar donde se recoge el ganado.
Esta definición habría que matizarla un poco puesto que en Guijo de Santa Bárbara, un edificio cubierto destinado a recoger ganado es un corral o casilla (ver enlace al final).
La palabra majal, que sería una corrupción del término castellano majadal, se utiliza en Guijo de Santa Bárbara para designar a un cercado descubierto con muros de piedra seca y altura variable (1,5-2 metros) que puede estar exento o adosado a un corral.
TIPOS DE MAJALES.
Podemos encontrar dos tipos fundamentales de majales: los majales de corrales y los majales de sierra.
Los primeros, son cercados descubiertos de planta rectangular con tres muros de piedra seca, uno longitudinal más largo y dos laterales más cortos, y un cuarto muro que separa el majal del corral al que se encuentra unido.
Al majal puede entrarse directamente desde el exterior a través de una o dos puertas o bien desde el propio corral, al que el ganado accede desde el exterior por una puerta para luego salir al majal por huecos amplios de los muros que reciben la denominación popular de bujeros.