POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
El corresponsal del periódico murciano ‘Nuestra Lucha’, del día 14 de enero de 1938, glosa sobre cuál debe ser el porvenir del hombre en general en Ulea, y del uleano en particular. Dice así:
“¿Cómo ha de ser el hombre del porvenir que con nuestro esfuerzo hemos de crear? Ante la necesidad urgente que siente la humanidad de crear un futuro, me he atrevido a dibujar al hombre tipo, teniendo a la vista la concepción kantiana de la educación para un porvenir mejor.
Grandes son las conquistas del hombre en estos últimos años sobre Psicología, Pedagogía, Fisiología, Sociología, Biología, Higiene, etc.; disciplinas científicas que pueden ayudarnos a conseguir nuestro fin.
El niño es un ente de energía y alegría que aplicada al trabajo nos dará el hombre tipo de perfección: si la perfección existe. El niño es eso; un niño. Un niño que presenta diferencias románticas y psicológicas bien diferenciadas. El hombre es un ser hecho y el niño está por hacer.
Este asunto es un gran problema que nos interesa resolver a todos y al que debemos dar pronta solución porque del seno de la infancia han de salir los sabios, los artistas, los políticos, los industriales, los agricultores y, en suma, todos los trabajadores, desde el que dirige al que ocupa el lugar más modesto.
Pero ¿qué directriz ha de seguir la infancia para alcanzar su fin supremo? El niño es débil y precisa el auxilio del Estado, del maestro, de los padres y de la sociedad en general. Todos ellos han hecho cuanto han podido, pero el niño, para su crecimiento como persona necesita más.
Los maestros trabajamos como tallistas de la infancia. Luchamos por fabricar no discípulos seguidistas sino sabios que nos superen en conocimientos.
Cuando todas estas fuerzas creadoras hayan hecho el máximo de sacrificio por la infancia, tendremos al hombre del porvenir, que será una joya psico-física con una cultura integral, orgulloso de ostentar el título de trabajador infatigable, responsable de sus actos; dispuesto a elevar el bien por el bien, profesando un sincero amor a la verdad y al deber, conociéndose y dominándose a sí mismo, higiénico, con pureza de costumbres, con respeto y veneración al semejante: y con libertad.
En estas fiestas del Niño, al que se profesa un gran respeto y un entrañable amor, dotándoles de juguetes y dulces, con el fin de que, en ellos, reine la alegría y que no les falte la paz, escuela y despensa, para lo cual se han organizado esas hermosas instituciones, llamadas colonias infantiles.
Con tal motivo nuestro estimado alcalde, José Abenza trabajador infatigable y nuestro querido concejal Vicente Yépes, en representación del Ayuntamiento, en unión de los maestros Víctor Martínez, Ángeles y Pepita, también han repartido golosinas a los niños en este día de su fiesta, los cuales han sonreído al disfrutar de un manjar tan apetecido: Los niños de nuestra localidad se han sentido protagonistas, por un día. Artículo firmado por Víctor Martínez del Castillo, maestro-corresponsal