POR DOMINGO QUIJADA, CRONISTA OFICIAL DE NAVALMORAL DE LA MATA (CÁCERES)
Todo comenzó cuando la Asamblea Provincial de Cruz Roja Española de Cáceres comunica en febrero de 1977 que desea montar en Navalmoral un «Puesto de Socorro en carretera».
Para ello «sondea» los posibles apoyos municipales. La Corporación municipal de esos años acepta con gusto, y contesta en febrero solicitando que se instale lo antes posible, y que cederá terrenos para su ubicación. Más adelante, en julio de ese año, cede y fija el lugar del puesto: en «La Parrilla», donde sigue ahora (pero cerrado), la dotación de servicios y locales.
A partir de julio de 1977, ya se podía hacer la «mili» en la Cruz Roja de Navalmoral, por lo que se anuncia.
Pero en el verano de 1979 dimite el delegado local de la Cruz Roja, José Calderón Rubio, alegando la tardanza en construir y dotar al puesto de la carretera.
Sin embargo, el 17 de octubre de ese mismo año se inaugura el puesto de la Cruz Roja (al parecer, la dimisión de Pepe Calderón aceleró las obras).
Asistieron las autoridades locales y provinciales, así como los máximos responsables de esta asociación «humanitaria, internacional, aconfesional y apolítica»; en torno al que en estos momentos era su delegado local: Juanjo Baena Marcos.
Por cierto, en ese acto conceden la «Medalla de Oro» de Cruz Roja al citado José Calderón. Conocemos el presupuesto anual de ese año que tenía: 300.000 pesetas, que tenían que obtener con los medios a su alcance (por ejemplo con la celebración de la conocida «Fiesta de la Banderita», a través de la cual consiguen ese año 150.000 pesetas.
Los dos primeros objetivos que se trazan para seguir trabajando en el proyecto de la Cruz Roja en Navalmoral, son los de crear la Asamblea Local (que aún no existía) y la «Cruz Roja de la Juventud».
Llega también la primera ambulancia (cedida provisionalmente por la Asamblea Provincial, hasta que la ambulancia que Caja de Ahorros de Plasencia ha prometido, llegue), con el fin de auxiliar a los heridos en carretera, así como al resto de ciudadanos que lo necesiten (incluyendo los de urgencias, como es natural).
En febrero de 1980 se instalan el teléfono en el puesto de Cruz Roja, cuyo número aún mantienen (927 531383).
El 22 de febrero de ese mismo año 80 se constituye la Asamblea Local de Cruz Roja, con la asistencia, entre otros, del presidente provincial: Bullón Infante.
Quedó así constituida:
. Asamblea: Presidente, Juan José Baena Marcos; Presidente de honor, María del Carmen García Timón; vicepresidente, Julio Romero Hernández; secretario, Juan Barroso Navas; tesorera, Celsa Baños Marcos; y, contador, Daniel Jesús Moreno Moyano.
. Jefes de Servicios: jefe del destacamento de la Brigada de Tropas de Socorro, Justo Pastor Montero Gil; capitán médico e Inspector Local de Socorrismo, Leandro Hernández Gil; alférez ATS, Eugenio Alonso Serrano; jefe del destacamento de Voluntarios, María Teresa Segovia Gómez; jefe local de la Lucha Antidiabética, Leopoldo Álvarez de la Vega; jefe de Socorro y Emergencias, Francisco Palacios Moreno; directora local de Asuntos Sociales, Esther García Herrera; jefe de la Cruz Roja del Mar, José Trujillo Espuela; jefe de la Cruz Roja de la Juventud, Carlos Rebate Castellanos; y, relaciones pública; Manola Luengo. Varios ya fallecidos.
Establecen la sede en las antiguas dependencias de “La Redentora”, donde sigue.
En abril de ese año dona la entidad bancaria Caja de Ahorros de Plasencia la prometida ambulancia a Cruz Roja (la Renault-12, que sobrevivió hasta 1998). Aunque no se efectúa la entrega «oficial» hasta junio, cuando vino a visirtarnos, entre otros, el general inspector de tropas de la Cruz Roja.
Precisamente en el conocido «Sorteo del Oro» de Cruz Roja, celebrado en julio de 1980, corresponde un lingote al moralo Marcelino Morato (valorado en 2 millones de pesetas).
En diciembre de 1981, la Asamblea Local de Cruz Roja organiza una campaña de ayuda a los niños y ancianos polacos.
Para diciembre de 1983, en un Pleno municipal polémico, aprueban (por 9 votos a 8) la asignación económica a los concejales. A la larga, esta decisión traería repercusiones al municipio: con procesos judiciales incluidos, devoluciones, críticas, etc. Precisamente los ediles del GMI (Grupo Moralo Independiente), como protesta, acuerdan destinar sus asignaciones a la Sede Local de Cruz Roja (un millón de pesetas entregan en septiembre de 1985).
Como ejemplo de sus actividades, he aquí la Memoria de Cruz Roja correspondiente a 1984: “cuenta con 9 soldados, que efectúan servicios de 24 horas en grupos de tres, que prestaron 33 servicios e intervinieron en 101 accidentes de circulación; la ambulancia recorrió 9.225 kilómetros; hay 15 «voluntarios» y 12 «voluntarias», que han prestado 226 y 184 servicios, respectivamente, en accidentes, incendios, actividades deportivas, culturales, etc.; la Cruz Roja de la Juventud cuenta con 414 afiliados, incluyendo su Banda de Cornetas y Tambores, que participaban en los desfiles de Semana Santa en Navalmoral y comarca, así como en otros actos.
Las primeras Elecciones en Cruz Roja tienen lugar en mayo de 1989, pero hay una sola lista: Juan José Baena (presidente), Julio Romero (vicepresidente), María del Carmen García (presidenta de honor), Francisco Palacios (secretario) y José Criado (tesorero).
A partir de entonces proseguirá su andadura, con sus “luces y sombras” (como en cualquier sociedad), pero sobresaliendo siempre su actividad humanitaria y social, hasta llegar a los tiempos actuales (bastante diferentes de los iniciales).