POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Les cuento: hace ahora 90 años, en los finales de enero de 1930, presentó su dimisión el general don Miguel Primo de Rivera al rey don Alfonso XIII, poniendo así fin a la dictadura militar iniciada en 1923 por ese general. Le sucedió en el cargo el general Berenguer con poco éxito como gobernante.
El descontento de las gentes contra la monarquía iba «in crescendo» y ya durante el verano de ese 1930 se fueron organizando diversos «Pactos revolucionarios» como el de San Sebastián (agosto) y el de Madrid (octubre) con el fin de derrocar a la monarquía y proclamar la república.
De esos pactos y conversaciones «semicretas» surgió la necesidad de fomentar un «levantamiento militar » o «sublevación» que, en principio, se pensó realizar el 15 de diciembre de ese año. Sus principales «cabecillas» eran los capitanes don Ángel García Hernández y don Fermín Galán, ambos con destino en el Regimiento Militar de Jaca, en Huesca.
Esa sublevación, por impaciencia de Galán, se adelantó al 12 de diciembre. Su fracaso fue inminente y los dos capitanes, juzgados en Consejo de Guerra Sumarísimo celebrado en la madrugada del 13-14 de diciembre, fueron fusilados de inmediato el mismo día 14.
La muerte de estos héroes republicanos fue cantada en coplas que yo aprendí, siendo muy niño, de los «vieyinos del Asilo de Colunga». Las rememoro ahora:
«A las dos de la mañana / en Madrid se presentó
Franco con su aeroplano / a defender la nación.
A las tres de la mañana / a García y a Galán
les mandan un telegrama / que los van a «afusilar».
García salió a la calle / y con Galán se encontró:
tenemos la muerte encima / por defender la nación.
García se fue a su casa / y le dijo a su mujer:
sácame el traje de gala / que me lo voy a poner.
Dime dónde vas García , / dime , por Dios , dónde vas.
Donde voy no te lo digo / pero te voy a abrazar.
Llama a mi hija que la bese / que ve van a «afusilar»-
Galán se fue a otra casa / con una sonrisa atroz;
se fue a casa de su novia / y un abrazo le pidió.
Su novia queda llorando / sin poderse contener
y su madre le decía / ¡Hija, qué vamos a hacer!
No llores, Melia querida / no llores Melia por Dios,
que a tu novio le «afusilan» / por defender la nación.
Ya sonaron los disparos / en las montañas de Jaca,
donde dicen que mataron / a dos valientes de España.
¿Quién son aquellas mujeres / que tan enlutadas van?
Son la viuda de García / y la novia de Galán.
García tenía una hija / que apenas sabía hablar;
va gritando por las calles que ¡Viva la Libertad!»
Cuatro meses después del fusilamiento de García Hernández y Galán, el 14 de abril de 1931, fue proclama la II República.
NOTA.- El «Franco» que se cita en la copla no era el general don Francisco Franco sino su hermano DON RAMÓN FRANCO, militar e intrépido aviador, fallecido en accidente aéreo en 1938.
Me gustaría saber que estas coplas «tan pasadas en el tiempo» despierten en ustedes viejos recuerdos y anécdotas contadas por abuelos y abuelas. No las narro ahora con intencionalidad política alguna.