POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Pues, señor…
Erase un noble italiano, llamado Hugo Atilano de Futi, joven y braguetero, que se enamoró locamente (en general, todo enamorado está un poco loco) de la hija, joven y guapa, de un pastelero milanés.
Para conquistarla, y a la vez conquistar al padre, tomo el nombre falso de Antonio y entró a trabajar como pinche -aprendiz en la pastelería.
Y resulta que probando y experimentando «inventó» un pan dulce que causó las delicias de la clientela y el favor de la amada.
Bautizaron el invento como «il pane de Toni» y, abreviando, «panettoni» o PANETTONE. Sucedió esto hacia 1490.
También por esa fecha se dijo que para la cena de Nochebuena «il Signore Ludovico Sforza, el Moro», duque de Milán (1452-1508), mecenas del gran Leonardo da Vinci, encargó a su cocinero un postre muy especial. El buen hombre, en despiste, no miró el horno y el pastel se le quemó.
¿Qué hacer para resolver la situación?
Esta vino de la mano del pinche, llamado Toni, que, aprovechando sobras de uno y otro (ralladuras de limón, de naranja, trocitos de frutas confitadas, uvas pasas pequeñas, etc.) había amasado un pan con harina, huevos, azúcar, levadura y tales sobras.
Al cocerlo en el horno y ver cómo «subía» a modo de sombrero o cúpula, el maestro cocinero decidió presentarlo a la mesa del duque.
¿Qué postre es este tan espectacular?
Señor, respondió el cocinero, es «il pane de Toni». Y PANETTONE fue su nombre de pila.
El PANETTONE es especialidad milanesa, italiana, y desde bien entrado el siglo XX, una dulcería navideña poco menos que universal.
¡Oiga! ¿Ya se elabora en Asturias?
¡Pues claro que sí y con éxito notable!
Un servidor, por el aquel de rememorar la historia, buscó un ANTONIO confitero que hiciera gala del Panettone. Lo encontré.
Es el «archymagyros» -es decir, el más que maestro- de los obradores de la gijonesa Confitería Argüelles.
Amigos míos, estos «panettoni» son verdaderas delicias cuyo secreto de elaboración guarda TONI: Toni Argüelles, por supuesto.
Disfruten de ellos y con ellos.
Y un buen chocolate amargo y caliente, que hoy entra el invierno.