POR LEOCADIO REDONDO ESPINA, CRONISTA OFICIAL DE NAVA (ASTURIAS)
Comenzamos el último mes del año anotando, el martes 3, el fallecimiento en La Cuesta, Ceceda, de Ángel Zapico Fernández, a los 81 años. Ángel, que estaba casado con María Teresa Ania González, con que tuvo una hija, Pilar, vivía en la casa conocida como “de los ingleses”, que adquirió tras regresar de Bélgica, y era un enamorado de la huerta, que atendía con primor, y también le gustaba plantar árboles, según datos tomados de mis estimados amigos de “Ceceda en el corazón”.
Todo el mundo sabe que muchas personas nacidas en nuestro concejo han salido, por diversas razones y circunstancias, a trabajar, y residir, fuera de nuestra comunidad autónoma, tanto a otras regiones de España como a otros países. Y una de ellas fue José Ordoñez Ovín, al que me referiré a continuación. Nacido el 15.12.1924, José era hijo de Robustiano Ordoñez, de El Formigueru, y carpintero que trabajaba en la Compañía de Económicos, que perdió la vida al caer del tren a la altura de Carancos en 1937, y de Dolores Ovín, la cual, a la muerte de Robustiano, quedó viuda y con once hijos, que fueron, además de José, los siguientes; Vicente; Ángel; Juan; Rosario; Manolo; Lola; Moisés; Carmen; Eurania y Ludi.
José Ordoñez comenzó de mozo trabajando en Casa Martínez, ingresando luego en el Banco Herrero de la localidad, razón por la que era conocido como Pepe el del Banco. Casado con Argentina Fernández Noval, de Pola de Siero, con la que tuvo dos hijos; Cristina, Tina, y Juan José, Juanjo, el Herrero le propuso, en 1964, pasar a trabajar en su primera sucursal en Madrid, lo que dio lugar al traslado de la familia a la capital.
Jubilado en 1984, me comenta su hijo que Pepe siempre mantuvo vivo y firme el recuerdo de la villa, de sus gentes y de sus lugares de diversión, como la bolera de Revilla, entre otros, pues le gustaba mucho jugar a los bolos, siendo habitual que, en sus charlas, disfrutara rememorando vivencias suyas en la Nava de aquellos tiempos. También seguía cada semana la marcha del Club Europa. Pues bien, el naveto José Ordoñez Ovín, Pepe el del Banco, falleció el sábado día 7 en El Casar, Guadalajara, a los 94 años (el 15 habría cumplido los 95), según me informó Juanjo, su hijo, al que debo todos los datos citados. Que Pepe descanse en paz.
Ya en la tercera semana, y desde el martes 10 hasta el viernes 13, con actos programados para todos los días en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura, se desarrolló la XXVIII Semana de Montaña, organizada por el Grupo de Montaña La Peña, cuyos miembros, por cierto, en la mañana del domingo l5 subieron a la cima de Peñamayor, 1.120 m. para colocar el Belén de cumbres.
Luego, el viernes l3 era David Canal Guerra el que nos dejaba, en su domicilio de Nava, a los 96 años. David, hombre cordial y educado, que fue cartero de profesión en Alles, Peñamellera Alta, y también sacristán, vino hace años a vivir a Nava con su mujer, Teresa Guerra Corral, pues se da la circunstancia de que las dos hijas del matrimonio, Paquita, casada con Luis Lobeto, y Maite, que lo está con Carlos Palacio, antiguo concejal, viven también en Nava. Como es sabido, su esposa, Teresa Guerra, falleció en esta villa en 2017, por lo que, desde el sábado 14, David ha pasado a descansar junto a ella en el cementerio parroquial de San Pedro, en Alles.
Y así, con todo el mundo atareado en la busca de los últimos números de lotería, y en la adquisición de los preceptivos regalos de estas próximas fechas, llegamos al domingo l5 de diciembre, festividad de San Maximino Abad, con la previsión oficial (CET) de que el sol salga en Nava a las 8,47 horas, y se ponga a las 17,47. Por último, cuando termine la jornada dominical, habrán transcurrido 349 días del año 2019, y quedarán tan solo 16 para que finalice.
Publicado en ‘La Nueva España’. Miércoles, 18 de diciembre 2019, página 10.