POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Ayer, sábado por la tarde, escapando de «fútboles derbyanos», fuimos a dar un «voleo» a Villaviciosa la Hermosa, la de los claveles verdes, azules y coloraos.

Llovía si Dios tenía agua y uno, recodando la cursi expresión de un madrileño amigo que decía «gustarle Asturias en septiembre porque es muy DIÁFANA» , recodé aquel cantar, ya muy antiguo, que basaba su «esencia » en el disparate que escribiera en su día el escritor costumbrista gallego Antonio Neira de Mosquera (1818-1853) y que corresponde a los dos últimos versos de la copla.

«Ha llovido en Calamocha
y también en Almería;
en Madrid era de noche
y sin embargo llovía».

Pues como en Villaviciosa era por la tarde y, sin embargo, llovía a cántaros (¡qué burrada!), pues fuimos a «abocanar» a un rastrillo que, en favor de una ONG, oferta cosas muy interesantes a precios tentadores. Y allí encontré dos libros que para mi fueron una sorpresa muy emotiva. Uno, «Las Horas de Oviedo», de mi gran amigo Adolfo Casaprima Collera; y otro, MIRAR Y ESCUCHAR, un poemario de Román Suárez Blanco con ilustraciones del genial pintor y excelente amigo MANOLO LINARES. Está editado por Caja Rural de Asturias en el año 2002. Los beneficios de su venta se destinan a Mensajeros de la Paz.

Les transcribo el poema que más me emocionó y con el que me identifico plenamente.

No tiene título. Este es su texto:

«Tengo una mariposa, la vida y una flor,
tengo el agua del río
como una serpiente blanda, resbaladiza.
La voy pensando a todos
hasta quedarme, viejo y dormido, en la antojana;
puede que muerto.
La niña se me acerca, me abre los ojos…

Dime, abuelo, ¿será hoy
la romería del Santo?

No será. No,
pero yo tengo la vida,
la mariposa y la flor,
y tengo el agua del río,
y son todas para ti.
Pero por más que le di
un puñado de alegría,
ella se me echó a llorar.
¡No era la romería!

NOTA

Texto: ROMÁN SUÁREZ BLANCO

Ilustración: MANUEL LINARES