LOS VILLANCICOS PIXUETOS AÚN VIVEN • EL CONCEJO DE CUDILLERO PRESENTA UNA RICA VARIEDAD DE CANCIONES NAVIDEÑAS, CONSERVADAS GRACIAS A LOS HERMANOS FERNÁNDEZ-AHUJA Y A ELVIRA BRAVO
Dic 10 2013

POR JUAN LUIS ÁLVAREZ DEL BUSTO, CRONISTA OFICIAL DE CUDILLERO (ASTURIAS)

José Antonio Fernández-Ahuja
José Antonio Fernández-Ahuja.
Bonifacio Fernández-Ahuja Martínez.
Bonifacio Fernández-Ahuja Martínez.
Elvira Bravo.
Elvira Bravo.

«Cudillero, como pueblo que era de especial raigambre religiosa, base de todas sus fiestas, celebraba con intensa devoción las Navidades, en las que los villancicos pixuetos no podían faltar. Según me contaba mi abuela Elvira Bravo -y cuando lo hacía lo estaba viendo y viviendo de tal manera que contagiaba al escuchante-, empezaban a cantarse unos días antes de la Nochebuena ante el belén que se instalaba en la iglesia, en la capilla de la Virgen del Rosario». Así inicio un amplio artículo que, bajo el título de «Evocación de las Navidades pixuetas», publicó LA NUEVA ESPAÑA el 2 de enero de 2009, es decir, hace casi cinco años. En él me ocupaba tanto de cómo se celebraba la pascua como de los tradicionales villancicos de la villa, reproduciendo la letra de varios de ellos e informando de la autoría de los mismos en su mayor parte, sino en su totalidad: los hermanos Bonifacio y José Antonio Fernández-Ahuja Martínez y Elvira Bravo Fernández-Ahuja, de quienes hago una breve reseña biográfica.

Bonifacio Fernández-Ahuja Martínez (Cudillero, 1870-1951).

De niño formó parte del coro de la Catedral de Oviedo. Finalizó sus estudios y se ordenó sacerdote en Filipinas, adonde había ido como paje del Arzobispo de Manila, de cuya catedral fue chantre, cargo que luego desempeñó en la de Las Palmas de Gran Canaria. También fue deán de las catedrales de Segorbe (Castellón) y Mondoñedo (Lugo). Doctor en Filosofía y Letras, dominaba varios idiomas. Fue un gran amante de la música y un virtuoso del piano. Sacerdote ejemplar, sencillo y caritativo, siempre muy ligado a su pueblo.

José Antonio Fernández-Ahuja Martínez (Cudillero, 1880-Gijón, 1959).

Ordenado sacerdote en 1909, ocupó cargos de coadjutor, párroco y capellán en varios lugares de Asturias. Colaboró en numerosas publicaciones. Entre sus escritos figuran muchos de contenido religioso, social y hogareño. Es autor de dos libros de poesías navideñas (Zambombas y castañuelas). Al igual que su hermano Bonifacio, fue un gran defensor de las costumbres y tradiciones.

Elvira Bravo Fernández-Ahuja (Cudillero, 1892-1986).

Hija del polifacético escritor, cronista de Cudillero y farmacéutico Agustín Bravo, «Roque» y de Otilia Fernández-Ahuja Argudín. Desde muy niña se llenó de cultura, sin duda influida por su padre y las importantes amistades de éste (prestigiosos poetas, músicos, pintores, escritores?), al tiempo que sentía gran cariño e interés por todo lo pixueto. Maestra y Profesora de Piano (Conservatorio de Madrid), con las mejores calificaciones. A los 7 años ofreció su primer concierto. Al enviudar joven (tenía 40 años), se dedicó en cuerpo y alma, siempre de manera altruista, a trabajar por y para Cudillero, obteniendo el reconocimiento de su labor por parte de la sociedad, mediante varios homenajes y galardones. Además del reinventar el tradicional sermón de L´Amuravela, es autora de numerosos trabajos, tanto en verso, como en prosa, en castellano y pixueto. Unos publicados en el libro «Cudillero mágico. La palabra encantada de Elvira Bravo» (Asociación Amigos de Cudillero, 1994) y otros inéditos.

Dicho lo cual, vamos con los villancicos «pixuetos».

Según la documentación que obra en mi poder, heredada de mi abuela Elvira, existen en Cudillero casi una treintena de ellos, seis cantados en pixueto y el resto en castellano o español, quedando claro en todo momento que la autoría de la mayoría de los mismos corresponden a las tres personas antes citadas, lo que por otra parte poco tiene de extraño, teniendo en cuenta que, además de sus dotes musicales, dos eran sacerdotes y como tales, de esta forma cumplían con su deber de fomentar la participación del pueblo en los actos religiosos. Son autores no sólo de los villancicos, sino de de otras composiciones religiosas. En cuanto a Elvira, porque además de llevar la música, la poesía y lo pixueto en la sangre, en algún caso guardo sus anotaciones y en otros porque ella me lo dijo, y no seré yo quien ponga en duda su palabra. Una de sus virtudes era que en su diccionario de la vida no existía la palabra «mentir». Elvira raramente firmaba lo que escribía. Ni siquiera los sermones de L´Amuravela. De ahí su frase: «L´Amuravela es obra del pueblo y de San Pedro. Yo me limito a escribir lo que ellos me sugieren». Y fue ella la mantenedora de todos los villancicos, bailes, etc., de Cudillero.

Recuerdo con emoción cómo, cuándo siendo niño, después de la cena de Nochebuena -y posiblemente de la celebración de la Misa de Gallo-, acudían a la casa de mis padres muchos marineros para cantar los villancicos pixuetos, con mi abuela Elvira al piano. ¡Que armonía en todos los sentidos! Me acuerdo igualmente de que el coro participó en varias ocasiones en un certamen nacional de villancicos, quedando los segundos en una ocasión. A los miembros del Jurado -algunos procedentes de Madrid- les llamaba mucho la atención la originalidad de los cantos, como a mí escuchar a Juan «El Guayo» redoblar el tambor cuando se interpretaba «El Xiringüelu». Luego, siendo joven, me tocó ir a cantarlos a Gijón, ante un gran belén instalado en un local del centro de la ciudad y con megafonía para que se escuchase en el exterior; y en las Misas de Gallo en Cudillero, que se iniciaban con el solemne «Sacrosanta noche». Luego recorríamos el pueblo cantando y pidiendo el aguinaldo, desde la calle de Cimadevilla, en lo alto del anfiteatro, hasta «La Cai», justo ante de la casa donde vivía mi abuela.

He aquí, en auténtica primicia, una sucinta relación de los villancicos de Cudillero:

Cantados en pixueto

1) «El Xiringüelu» (En la partitura, «Bailai el xiringüelu»). Lleva el nombre de un baile típico de Asturias, porque hace mención de él en el texto. Las estrofas empiezan cantándolas hombres e, inmediatamente después entran las mujeres, empleando la misma melodía. (Autor de la música: Bonifacio Fernández-Ahuja).

2) «El Roubi»l. La primera parte se acompaña con pandero y el estribillo -con palabras y aire vaqueiro- con panderetas y castañuelas.

3) «Las paínas». Hermosa nana interpretada sin acompañamiento musical.

4) «El llucirín». Cantado en pixueto, con algunas palabras con terminaciones vaqueiras. Nana compuesta (música y letra) por Elvira Bravo.

5) «El rapacín». La música corresponde a la del villancico titulado «Pastorilla» (autor: D.C., posiblemente se refiere a las Carmelitas Descalzas de Pamplona) y la letra a Elvira Bravo.

6) «Cuarri, rapacín». Difícil de interpretar. Pocas personas lo recuerdan. Manuscrito de Elvira Bravo.

Cantados en castellano

1) «Pastores, hoy no durmamos».

Se escuchaba en Nochebuena. No hay conocimiento del mismo o parecido en ningún otro lugar.

2) «Sacrosanta noche». Solemne romance religioso navideño con alegre estribillo. No faltaba en la Misa de Gallo.

3) «La Adoración». Villancico con muchos «revoleos», recordando algo al gregoriano. Solía cantarlo el sacristán desde las escaleras del púlpito durante la Novena al Niño Jesús, después de Navidad.

4) «Judea está de fiesta». Alegre villancico que se cantaba después de la cena de Nochevieja, tanto en los hogares como en la calle.

5) «La Cuadrilla». Las estrofas las solía cantar solo un hombre y el estribillo todos. Se cantaba para pedir el aguinaldo por las casas.

6) «El Romance». Muy extendido por toda España, pero la música es distinta y la letra no coincide por entero.

7) «El sembrador». Otro romance pero con idéntica música que la de «La Cuadrilla».

8) «La Nao». Muy original y culto. Como escribe Carlos Martínez Gil: «No lo ha podido escribir cualquiera. Se ajusta perfectamente a la forma de vida de los marineros. Sus versos van describiendo poéticamente las partes de un barco de pesca para compararlo con el portal de Belén». El estribillo es alegre y popular. La cantaba como nadie Antonio García Novo, «Diego». Conservo una grabación.

9) «Los celos de San José». Notable villancico clásico con floreos en algunas notas. El estribillo es el mismo que el de «La Nao».

10) «Para Belén camina». Propio de la gente joven que salía a pedir el aguinaldo. De este antiguo romance existen otros similares en algún otro lugar de Asturias.

11) «¿Quién se duerme?» Villancico muy popular. Se cantaba tanto en los hogares como en las «campañas» y en las tabernas. Al final, al entonar el estribillo («¡vino ya, vino ya…!»), los marineros brindaban y bebían vino que servían del azumbre («l´azumbra» en Cudillero).

12) «De todos aquellos montes». Popular villancico con estribillo que se utilizaba en otros.

13) «Los pastores y zagalas». Alternan las estrofas hombres y mujeres. El estribillo es cantado por todos.

14) «Villancico de un marinero al niño Jesús». Consta de dieciséis coplas y estribillo. Muy marinero. El autor es Ahuja (desconozco si se trata de Bonifacio o de su hermano José Antonio).

15) «Nació Dios de la Virgen María». Muy culto. Cada barrio pixueto tenía fama por cantar un villancico. Este correspondía al de La Reguera, hoy calle de San José.

16) «La Redención». Muy culto. Posiblemente sus orígenes se encuentran en el canto litúrgico gregoriano.

Otros villancicos de José Antonio Fernández-Ahuja:

17) «Vamos pastores».

18) «Flores de invierno».

19) «Pastorela para el coro de Soto del Barco».

Otros de Bonifacio:

20) «Villancico al Niño Jesús». 21) «El cantar de la Virgen» (órgano). 22) «Venid a Belén».

A título anecdótico diré que existe una partitura de Bonifacio -era entonces deán de Mondoñedo-, titulada «¡Sed de Dios!», que dedica a la organista de la catedral de León, por haberle proporcionado una copia de «Quejas del alma». Cabe también destacar que musicó la poesía «Cudillero», de Miguel Ramos Carrión, amigo íntimo de Agustín Bravo.

Partituras o letras de villancicos sin firma de autor:

1) «Coplas al Niño Jesús».

2) «Villancico bolero».

3) «Dina».

4) «El cantar de la Virgen junto a la cuna del Niño Jesús».
Otros:

1) «La aurora. Villancico al Nacimiento» (J. H. de Prado) y

2) «Xunt´a la cuna. Añada» (Fausto Vigil).

Por último, relaciono las grabaciones y publicaciones relativas a los villancicos de Cudillero:

Grabaciones:

1) «Villancicos pixuetos». Programa de Radio Nacional de España en Asturias, «La Asturias Popular», dirigido y presentado Modesto González Cobas. Coro dirigido por Elvira Bravo. Se conserva en casete.

2) CD patrocinado por la Asociación Amigos de Cudillero, del primitivo Coro Mixto de Cudillero, dirigido por Rocío Cuervo Coto. Fonoastur. Año 1999.

3). CD de «Andecha folclor d´Uvieu», titulado «El ciclu per Navidá: El son nos aguinaldos y villancicos» (II). Producción de Fernando de la Puente. Fonoastur. Año 2000. Los dos cedés se realizaron en base a la casete que se conserva del programa de la Asturias Popular.

Película: Grabación de villancicos pixuetos para el programa «Raíces», dirigido y presentado por Manuel Garrido Palacios. Emitido en 1976 en la Segunda Cadena de TVE.

Publicaciones:

1) «Folklore pixueto. Cancionero musical de la villa de Cudillero» (Tesis de licenciatura). Autor: Carlos Martínez Gil. Año 1982. Contiene la transcripción musical de 46 partituras, 19 de ellas correspondientes a villancicos.

2) «Sobre los villancicos pixuetos». Publicado en el nº 2 de «El Baluarte», revista-anuario de la Asociación Amigos de Cudillero. Autor: Fernando Manuel de la Puente Hevia. Año 2012.

3) «Cudillero mágico. La palabra encantada de Elvira Bravo». Asociación Amigos de Cudillero, 1994.

Fuente: http://www.lne.es/

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