POR RICARDO MONTES BERNÁRDEZ, CRONISTA OFICIAL DE TORRES DE COTILLAS Y ALBUDEITE (MURCIA)
En el Antiguo Testamento (Eclesiástico 38: 4-6) ya encontramos la siguiente cita: “El Señor creó las plantas medicinales y el hombre prudente no las desprecia”. A lo lago de los años setenta y ochenta del siglo XX los fortuneros, siguiendo su ancestral tendencia a recorrer los caminos, estuvieron vendiendo plantas medicinales a lo largo y ancho del país, especialmente en pueblos, en aventuras viajeras de un par de semanas.
Uno de los iniciadores del tema en Fortuna fue Roque Fenoll Reverte, nacido en 1930 y fallecido en 2003, afincado en la calle San Miguel nº 46, que se formó de forma autodidacta, comenzando la venta ambulante a comienzos de los años sesenta con su propia esposa de ayudante, al que seguirían sus hermanos Miguel, Antonio y Ramón. Las plantas utilizadas eran recogidas en el término municipal y otras compradas en un mayorista de Cabezo de Torres, o bien a Roque Mirón.
Roque Fenoll vendía y hacia tratamientos en su propia casa, estando dado de alta en los organismos pertinentes. Los demás, unos cien yerberos con una cuadrilla formada por otros cuatro jóvenes que repartían la publicidad previa a la venta, vendían la mercancía recorriendo el país. Pero no solo vendían, también prescribían, lo que implicaba un conocimiento de las características de las plantas y determinadas dolencias.
Entre los vendedores contamos con Juan de Dios Gracia, Mariano y Salvador de Mariano de la Botica, Jerónimo Bernal (a) Picaza, Paquito (a) Corto, Pedro Fenoll, Andrés Costas Fenoll (a) Gafas, Pascual Ruiz (a) Candileja, Miguel Cuevas, Pedro y José del Roque de la Barbería, Juan y Antonio Bernal García, Miguel Fenoll García, Antonio García (a) Tono, Alfonso Rubio Cascales, Hermanos Juan José y Manuel Ayala Alacid, Miguel Alacid (a) Cuevas, Juan García, Pedro Pagán, Luis Hernández Gamarra, José Mª Laguna, Diego López Méndez, Francisco López Pérez (a) Chivelo, Pedro Lozano, Pedro Lozano García, Santos Lozano Belda, José Lozano García, Antonio Lozano (a) El Zurdo, Pedro Pagán Carrillo (a) Jarrillas, Francisco Piñera (a) El Corto, Horacio Gracia, Juan de Dios Gracia, José y Antonio Ortega Guerrero, Ginés Carrillo Soro, Antonio Soro (a) el Guardia, Juan Soro (a) Resina, José Soro García (a) Lute, Horacio Gracia San Nicolás, Santos Belda, José Rubio Herrero junto a Josefa Gracia, Andrés Costas, Alfonso (a) El Coco, Antonio (a) Afono, Zoqueto, Chibelo, Pedro (a) El Pollo, José Lozano Pérez (a) Churrillero, Ginés (a) de la Aurora, Juanico Jorge, Agustín López Junco, Juan Cutillas Ortiz.
Las plantas eran vendidas en cajas estandarizadas, diseñadas por los propios yerbateros, de color amarillo. En ocasiones compraban las cajas, con o sin producto, a los almacenes de Beniaján (Montisan), Cabezo de Torres y carretera de Alcantarilla (Roque Mirón). En algunos casos recogían las plantas ellos mismos, en primavera, con la luna en cuarto menguante. Cada caja estaba indicada para uno tratamiento: depuración, antirreumática, antianémica, sedante, adelgazante, geriátrico, circulatorio, colesterol, diabético…