POR LUÍS FERNANDO PALMA ROBLES, CRONISTA OFICIAL DE LUCENA (CÓRDOBA).
El Nazareno del Carmen, los cristos de la Humillación y de la Crucifixión y Jesús de Medinaceli abandonan sus templos hasta el próximo 10 de diciembre
Galería gráfica: Así ha sido el traslado de las tallas a San Pedro Mártir
El año nuevo litúrgico anticipa en Lucena la Pasión de Jesucristo recreada por las manos de Pedro Muñoz de Toro y Borrego, el autor más ilustre de la imaginería local en el siglo XIX.
Las Jornadas de Cultura Cofrade, celebradas en los dos últimos meses del año y organizadas por la Agrupación de Cofradías, reemprenden las catequesis públicas y la tradición y el arte de la santería. Una exposición basada en el legado escultórico del artífice de magníficas escenas bíblicas ha propiciado varios traslados, desde diferentes sedes canónicas, hacia San Pedro Mártir, el templo anexo a La Capillita de Nuestro Padre Jesús Nazareno y que, por sus adecuadas dimensiones, alberga esta muestra semanasantera. La inauguración del próximo día uno inicia un intervalo de diez días hasta su clausura.
Un período superior al medio siglo sin abandonar el templo carmelita y una restauración asumida por el artista multidisciplinar local Manuel Espejo Mármol han antecedido a un recorrido en Vía Crucis del Nazareno del Carmen. En su matinal transitar, por un trayecto directo, ha sido portado en andas por los santeros de la Virgen de los Dolores, titular mariana, también, de la Archicofradía del Carmen.
El concierto de la Agrupación Musical de Nuestra Señora de la Encarnación de San Benito, Sevilla, dirigida por Francisco José Gómez Pérez, en el Paseo del Coso, ha alargado esta jornada dominical, primera de Adviento, repleta de sonidos, connotaciones e impresiones, al menos, con matices y trazos cuaresmales.
Las otras tres obras religiosas de Muñoz de Toro que abandonan las iglesias donde son veneradas y custodiadas, para permanecer hasta el día 10 en el edificio reconstruido en 2014, han protagonizado, entre la tarde y la noche, procesiones en tronos de salida y con santeros y tambores.
Desde la iglesia Madre de Dios partía el Cristo de Medinaceli, en el centro del trono de la Virgen de las Angustias, de la Cofradía Franciscana de Pasión, hallada en el Lunes Santo.
Seguidamente, a sólo unos metros del Poblado Navideño que se iluminará este próximo viernes, aparecían por la puerta principal de San Mateo el Señor del Misterio de la Crucifixión, Barrenillas, de la cofradía del Amor y Paz, del Martes Santo, sobre el trono del Cristo del Amor; y el Cristo de la Humillación, de la hermandad Servita y acompañado por su agrupación musical, también del tercer día de la Semana Santa.
Estos tres ejemplos de la destreza y las aptitudes creativas de Muñoz de Toro han avanzado por varias calles del centro urbano hasta progresar por el interior de San Pedro Mártir.
Otra representación cristífera de Pedro Muñoz de Toro y Borrego, el Cristo de la Misericordia o de los Camisitos, preside el retablo principal del templo nazareno. El conjunto escultórico del Calvario, por su delicado estado de conservación, aguarda en la iglesia de San Martín y la Agrupación de Cofradías ha decidido no incluirlo en esta exposición que, en la víspera del cierre, albergará una conferencia, sobre Muñoz de Toro, pronunciada por el cronista oficial de la ciudad e investigador y profundo conocedor de la historia de la Semana Santa de Lucena, Luisfernando Palma Robles.