“QUITAR UN TÍTULO VITALICIO ES SIMPLEMENTE UN GESTO, PERO TAMBIÉN UNA TONTERÍA”, OPINA EL CRONISTA OFICIAL ÁNGEL DEL RÍO
La ciudad sólo cuenta con dos Hijos Predilectos, también varones: Plácido Domingo y Julio Iglesias. Hay cuatro vacantes, que podrían ser ocupadas por mujeres ilustres nacidas en la capital, lo que al menos compensaría su invisibilidad histórica.
Madrid no tiene Hijas Adoptivas, una distinción que el Ayuntamiento sólo ha concedido a hombres. Hubo una, nacida en Oviedo y de belicoso apellido, que fue acogida por la Villa y Corte, pero tendríamos que remontarnos a 1962 y entrar en detalles. Por ejemplo, que María del Carmen era la única descendiente de Francisco Franco y la señora de Meirás.
Más allá de la anécdota o la anomalía, según se mire, desde que se volvió a instaurar la democracia en España a finales de los setenta, no se conoce a nadie que recibiese la mayor distinción de la Villa que no fuese varón, según datos del Consistorio. A Santiago Bernabéu, presidente del Real Madrid, se la otorgaron el 1 de mayo de 1978, días antes de su fallecimiento. A Raphael y Pedro Almodóvar, los últimos homenajeados, el 28 de febrero de 2018.
Entre ellos, hay escritores, deportistas, músicos, ensayistas, actores, periodistas, catedráticos, filósofos y sacerdotes, pero ni rastro de una mujer. ¿Acaso no hubo, como señala el reglamento municipal para la concesión de esta distinción honorífica, ninguna mujer nacida fuera de la capital que no alcanzase “tan alto prestigio y consideración general” gracias a sus méritos y, singularmente, por sus “servicios de beneficio, mejora u honor de Madrid”?
“Me parece una discriminación propia de tiempos en los que éramos ciudadanas de segunda, a pesar de destacar en el ejercicio de sus profesiones, trabajos o contribuciones a la comunidad”, critica la escritora Ruth Toledano, quien en 2009 fue nombrada la primera Cronista de la Villa de Madrid, convirtiéndose en una pionera junto a la periodista Mayte Alcaraz y la historiadora Carmen Iglesias. Antes, durante casi un siglo, su cargo lo ocuparon veinticinco hombres. Actualmente lucen la pluma, además de ellas, seis varones y una institución, el Instituto de Estudios Madrileños, ya que el puesto es vitalicio.
Lo mismo sucede con el de Hijo Adoptivo, que dura hasta el fallecimiento del homenajeado, de manera que sólo pueden ostentarlo seis personas a la vez. Tras la muerte del periodista Luis Carandell, del escritor Camilo José Cela, del motociclista Ángel Nieto, del presidente de la Generalitat Josep Tarradellas, del poeta Luis Rosales, del actor Fernando Rey, del filósofo Julián Marías, del expresidente Adolfo Suárez o del jurista Francisco Tomás y Valiente, hoy la ciudad sólo acoge en su seno al rey emérito Juan Carlos I, al exmandatario Simeón de Bulgaria, al escritor Mario Vargas Llosa, al tenista Rafael Nadal, al cantante Raphael y al cineasta Pedro Almodóvar.
La última oportunidad para cubrir los dos huecos existentes con mujeres fue en febrero del año pasado, pero los concejales del Ayuntamiento, entonces gobernado por Manuela Carmena, eligieron por mayoría absoluta a dos hombres. “Que la cosa siga igual demuestra que aún se produce una evidente desigualdad e injusticia en el trato y reconocimiento que la ciudad de Madrid da a sus ciudadanas”, asegura Toledano.
Franco, Hijo Adoptivo
Entre los distinguidos figura el dictador Francisco Franco, a quien el Consistorio, a propuesta de Izquierda Unida, le retiró en 2009 la Medalla de Oro y la Medalla de Honor, además de los títulos de Alcalde Honorífico y de Hijo Adoptivo. En realidad, se trataba de un gesto simbólico, dado su carácter vitalicio: es decir, tras el fallecimiento del poseedor, pasa a otro ciudadano, elegido por unanimidad, uno de los requisitos para su concesión.
Sin embargo, la oposición no quería ni que su nombre figurase registrado en un libro, para lo que —tras la aprobación de la ley de memoria histórica— se valieron del artículo 36 de las normas municipales que regulan los honores: “El Ayuntamiento podrá privar de las distinciones que son objeto de este Reglamento, cualquiera que sea la fecha en que hubieran sido conferidas, a quienes incurran en faltas que aconsejen esa medida extrema”.
Pasaron los años y, entre los reconocidos, seguía figurando la única hija del Generalísimo, María del Carmen Franco y Polo, quien en 1962, dos años antes que su padre, recibió el mismo homenaje por su labor al frente de la Asociación Española contra el Cáncer. Aunque el Ayuntamiento, dirigido por Ahora Madrid, había puesto la mira en dos prebostes franquistas, no llegó a retirarle el título a Carmencita.
“Dado su estado grave, se esperó a que falleciese. Como su muerte era inminente, resultaba más elegante que lo perdiese de esa manera que quitárselo”, explican fuentes del anterior Gobierno local. Tanto a ella —su deceso tuvo lugar en diciembre de 2017 y sus restos yacen en la cripta de la catedral de la Almudena— como al piloto Ángel Nieto los sustituyeron Raphael y Almodóvar, cuyo nombramiento fue criticado por el actual alcalde, el popular José Luis Martínez-Almeida, quien cuestionó la «honorabilidad» del director por figurar en los papeles de Panamá.
Carmencita, sin título
Sin embargo, aunque fuese manera simbólica, el Pleno, a propuesta del grupo socialista, aprobó retirar hace tres meses el título no sólo a Carmen Franco Polo, sino también al obispo Leopoldo Eijo Garay. “Quitar un título vitalicio es simplemente un gesto, pero también una tontería. Si entonces fue Hijo Adoptivo o Predilecto, debería conservar la distinción del Ayuntamiento. Recordemos que a ella se lo dieron por presidir la Asociación Española contra el Cáncer”, opina el periodista y cronista oficial Ángel del Río.
“El problema de anular un cargo honorífico por cuestiones políticas es que, al final, terminas politizándolo”, añade el Cronista Oficial de la Villa. En marzo, de paso que se le quitaba el honor a Carmencita Franco, también dejaba de ser Hijo Predilecto de Madrid el expresidente Carlos Arias Navarro, así como el general Moscardó. Una iniciativa que había partido tiempo atrás del Comisionado de la Memoria Histórica, presidido por Francisca Sauquillo.
Esta distinción es similar a la anterior, con una única diferencia, pues se otorga a los nacidos en Madrid. Entre casi una veintena, en la historia reciente figuran sólo dos mujeres, aunque ninguna viva: Fabiola de Mora y Aragón, reina consorte de Bélgica, y María de las Mercedes de Borbón y Orleáns, madre de Juan Carlos I. Entre lo varones, durante el franquismo figuró el hostelero Pedro Chicote y, ya en democracia, el escritor Julio Caro Baroja, el embajador alemán Guido Brunner o el dibujante Rafael de Penagos, según el listado del Ayuntamiento.
Hijos predilectos
Si bien este honor también es vitalicio, se ha otorgado como homenaje póstumo al poeta Dámaso Alonso, al ministro Francisco Fernández Ordóñez, al humorista gráfico Enrique Herreros, al general Manuel Gutiérrez Mellado y a Beltrán Alfonso Osorio y Díez de Rivera, duque de Alburquerque y jefe de la Casa de Juan de Borbón. Todos han fallecido, por lo que actualmente hay dos Hijos Predilectos, el tenor Plácido Domingo y el cantante Julio Iglesias, y cuatro vacantes.
Una de ellas pudo ser cubierta por la mezzosoprano Teresa Berganza, como recuerda el veterano locutor radiofónico Ángel del Río. El pasado enero, la comisión de Cultura del Ayuntamiento aprobó el reconocimiento, a la espera del visto bueno del Pleno. “Ella debía estar presente, pero tuvo una gripe y se pospuso la elección. Luego sufrió una caída y, como las elecciones municipales estaban a punto de celebrarse, ya no se fijó una nueva fecha”, explica el Cronista de la Villa de Madrid, jubilado de los micrófonos, aunque sigue ejerciendo como columnista.
“Habría sido la única mujer”, lamenta el periodista, quien recuerda que hay ejemplos sobrados para rellenar los huecos. “Yo luché para que nombrasen Hija Predilecta a la actriz y cantante Nati Mistral. Fue una injusticia que no la hubiesen homenajeado en vida, pues había motivos suficientes. Nacida en la calle donde también nació San Isidro, la del Águila, fue una artista extraordinaria que alardeaba de su casticismo. Llevó el nombre de la ciudad por todo el mundo, hasta el punto de que en Buenos Aires la conocían como Nati Mistral, la madrileña”.
Ángel del Río cree que, como ella, hay otras mujeres que merecen un reconocimiento, aunque en el caso de la vedete e intérprete Lina Morgan también tendría que ser póstumo. “Además de una actriz castiza, también ejerció como empresaria”, explica respecto a la compra del Teatro La Latina, el escenario que la dio a conocer y donde representó obras como El último tranvía y Celeste… no es un color una vez que lo adquirió. El cronista no quiere olvidarse de Olga Ramos y considera que hubiese sido un bello gesto hacerla Hija Adoptiva coincidiendo con el centenario de su nacimiento.
Raphael y Almodóvar
A pesar de que se cumplió el pasado julio, nunca es tarde. Si el cardenal Tarancón fue nombrado a título póstumo, ¿por qué no la cantante pacense? “Era la reina del cuplé y del chotis, que paseó por toda España. Si alguien ha querido y defendido las costumbres y la cultura de Madrid a través de su arte, ha sido ella”, sostiene Del Río. “Sin embargo, a la hora de los nombramientos, en el pasado no se tuvieron en cuenta a mujeres porque el tema del feminismo ha llegado tarde a las instituciones, cuando había muchas que no sólo cumplían las condiciones, sino que atesoraban más méritos que algunos hombres”.
En cambio, hay varones que acaparan numerosos reconocimientos de instituciones públicas y privadas. Patricia Horrillo pone como ejemplo a Rafa Nadal: “¿Fue nombrado Hijo Adoptivo porque es muy madridista?”, se pregunta con ironía la periodista, convencida de que habría que repartir de una manera más equitativa los homenajes cuando hay muchas mujeres importantes nacidas en la ciudad. “Y ya no digamos en España. Si buscas ciudadanas ilustres, puedes encontrarlas en todos los campos: artistas, escritoras, deportistas, etcétera”.
Horrillo, quien ha analizado el plano de la urbe en el proyecto callesdemadrid.cc y se ha encontrado que sólo un 11% de la vías tienen nombre propio femenino, se muestra sorprendida por la última elección de Raphael y Almodóvar como Hijos Adoptivos. “Es llamativo en el caso de los personajes foráneos y supone una invisibilización absoluta de las nacidas en Madrid. Hay tantas que aportaron su legado a la ciudad que sorprende que ninguna de ellas haya sido honrada”, añade la periodista, quien estima que actualmente se está obviando el reconocimiento a sus congéneres vivas.
“En mi listado de calles apenas hay mujeres. Te encuentras con hombres que son homenajeados de forma permanente, mientras ellas son silenciadas en cuestiones tan simbólicas como los títulos. De hecho, en Madrid hay hombres que ya habían recibido una medalla y luego han sido nombrados Hijos Adoptivos o Predilectos, en vez de elegir a una mujer, pues ellos ya habían sido reconocidos de algún modo”, se queja Horrillo.
Cuatro vacantes
Fuentes del anterior Gobierno municipal explican el proceso de elección: “Es a propuesta de la Alcaldía. Prima lo que establece el reglamento, es decir, que haya un carácter indiscutible en la consideración y trayectoria de la persona, por encima de otro tipo de cuestiones”. Sin embargo, las normas difícilmente justifican la ausencia de mujeres. “Hay otras distinciones, como medallas en tres categorías, que se han otorgado a mujeres”, añaden desde el Consistorio.
Pese a que los últimos elegidos como Hijos Adoptivos han sido hombres, la Corporación salida de las urnas el pasado 26 de marzo podría plantearse cómo cubrir las vacantes de los cuatro Hijos Predilectos. ¿Será tan complejo encontrar a una madrileña merecedora de la mayor distinción del Ayuntamiento? Que no sólo la reconozca a ella sino también, como señala el reglamento, a quien lo concede. Un “preciado honor, aún más que para quien lo recibe, para la propia Corporación que lo otorga y para el pueblo madrileño por ella representado”.
Ruth Toledano, en cambio, se muestra escéptica: “Íbamos por el buen camino, pero los tiempos que vienen supondrán un nuevo retroceso”, aventura la Cronista de la Villa en referencia al nuevo Gobierno municipal, en manos del Partido Popular. El pasado reciente, sin embargo, no refleja la escasez sino el vacío. O sea, cero mujeres entre dieciséis prohijados. Por lo tanto, peor que hasta ahora, imposible. Una sola ya sumaría. Cuatro serían un comienzo para compensar su invisibilidad histórica.
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Fuente: https://www.publico.es/ – HENRIQUE MARIÑO