MALANQUILLA SI
POR ANTONIO SÁNCHEZ MOLLEDO, CRONISTA DE MALANQUILLA (ZARAGOZA).
Cuando una sóla palabra representa tanto es que está bien empleada.
Este sí de Malanquilla son muchos síes a la vez.
Sí a ver un molino cuando los más veían gigantes.
Sí al compromiso con el pasado.
Sí a reclamar un puesto en la sociedad a base de tesón.
Sí a caminar juntos haciendo camino.
Sí a una ilusión colectiva.
Sí a engrandecer el patrimonio aragonés.
Sí a luchar contra la despoblación con imaginación.
Sí a abanderar proyectos de futuro.
Sí a sorprender a propios y extraños.
Sí a no desfallecer ante las adversidades.
Sí a rescatar tesoros olvidados de la historia.
Sí a abrir ventanas y a escuchar los sonidos de nuevos aires.
Sí a no ser más que nadie pero tampoco menos que nadie.
Sí a luchar por lo que le pertenece.
Malanquilla es el pueblo del molino, pero también el pueblo del SÍ. Nunca a dicho no a los desafíos. No, es una palabra que no existe, que se sitúa en las antípodas de su pensamiento esencial. No, representa lo negativo y Malanquilla vive por el sí.
Es muy posible que no exista en Aragón y quizás en España, un ejemplo como el de Malanquilla, de supervivencia, de tenacidad ilusionante y de empeño por sacar adelante un legado histórico y en suma, a un pueblo, con tan escasos medios y recursos.
Desde 1977 Malanquilla dijo sí a un movimiento cultural que entonces era una incógnita y lo hizo sabiendo que tenía poco que perder. Y ganó. Luchó después, como don Quijote, contra un molino de viento y resultó ser molino y no los malvados gigantes que muchos veían. Siguió, pasado el tiempo, poniendo piedra sobre piedra en un intento de salvar de la ruina una fuente, una nevera, una ermita… y lo logró. Y cuando la situación, por la despoblación, llegó a ser preocupante, dejó entrar aire fresco y se puso a la vanguardia nuevamente con ideas y proyectos emprendedores.
Yo propongo al Ayuntamiento que se dedique una calle al SÍ. Dos letras tan sólo que representan tanto.
Sólo existe en España un precedente. Una calle denominada del SI, aunque en otro contexto y con otra lectura, en Santa Cruz de Tenerife.
La calle del SÍ en Malanquilla, como su bandera y escudo, representa la unión de voluntades, la conjunción de energías y la ilusión colectiva en pos de un bien común.
Una calle que todos sentiremos como nuestra porque todos hemos colaborado en esta gran empresa que es Malanquilla. Será y así lo entiendo yo, un homenaje a la perseverancia. Un sí a seguir creciendo, un “adelante Malanquilla”. Y además es gratis…
