MALANQUILLA, UNA EXPERIENCIA CULTURAL (1)
POR ANTONIO SÁNCHEZ MOLLEDO, CRONISTA OFICIAL DE MALANQUIULLA (ZARAGOZA)
El resurgir de Malanquilla a través de una completa valoración de su patrimonio, se lleva a cabo entre los años 75 y 95 del siglo pasado. De ello fui protagonista y testigo, aunque no el único, porque quizá uno de los méritos que sí me puedo atribuir fue el de involucrar y concienciar a buena parte del vecindario y a una parte importante de la sociedad aragonesa, con destacadas instituciones al frente, gracias a la impagable labor de apoyo que nos prestaros los medios de comunicación provinciales y regionales, en una empresa tan singular.
Se trataba de labrar y cuidar una hipotética cosecha en tierra de baldío, donde nunca antes había germinado semilla alguna. Una tierra en barbecho de la que, gracias al empeño de unos pocos y el seguimiento de muchos, fue posible recoger años después, un fruto, quizá no todo lo generoso que hubiéramos deseado, pero suficiente y lo que es aún más importante, que dejaba la tierra preparada para nuevas cosechas.
Malanquilla es un municipio que cuenta con un notable y variado patrimonio cultural, como tantos otros, que merced a esta revolución cultural ha redescubierto su pasado, ha aprendido de las vivencias de sus antepasados y ha sabido dar vida a un tesoro, para recuerdo de las generaciones venideras, que de otra manera nunca habría latido.
Fue una revolución integral que abarcó desde la lectura, transcripción y restauración de algunos epistolares y libros “cabreo” del archivo parroquial, a la ordenación y catalogación del archivo histórico municipal, pasando por la restauración de algún retablo de la iglesia y la completa revalorización de los monumentos locales.
Y para que esa revolución fuera total, como bien se puede comprender, hizo falta mucho más que un empeño personal. Fue necesario concitar las voluntades del pueblo, de sus autoridades y habitantes y de las instituciones provinciales, universidad y otros centros de investigación en el ámbito nacional.
A la par, se trató de movilizar a determinadas personalidades del arte y la cultura, con vinculación aragonesa, fundamentalmente, a modo de estandarte y altavoz de cuanto en Malanquilla estaba sucediendo.
Como es fácil imaginar todo aquello supuso un cambio radical en la manera de ver y apreciar cuanto ya existía en el pueblo, provocando incluso enfrentamientos dialécticos entre los de visión más favorable y receptiva frente a los agoreros que siempre consiguen alzar su voz imaginando toda suerte de fatalismos…
Fuente: Faceboock