POR PEPE MONTESERIN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)

El poder corrompe, pero a un perverso le dará más oportunidades de envilecerse.

Decía Bruto: “Si razona el caballo, se acabó la equitación”. Por eso es importante predicar la dignidad, la lógica y la rectitud no son congénitas, para que nadie abuse y nadie lo consienta.

El caso es que mientras algunos cargos públicos dan bocados a la recaudación, se instalan en su particular maquila, otros cobran en carne, como el supuesto caso de un profesor de nuestro Conservatorio Superior, sito en la Corrada del Obispo (menudo nombre), denunciado por su alumna porque, al parecer, para enseñarla a tocar el violín con la postura adecuada, la abrazaba fuertemente, apoyaba su frente en la de ella durante varios compases, le marcaba el ritmo con las pestañas, le aflojaba las clavijas del sujetador, la agarraba por la cintura y le tocaba el culo con el arco y sin él, en pizzicato.

¡Ay, qué malas vibraciones!

Fuente: http://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/malas-vibraciones.html