¡MANDA HUEVOS!
POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
En más de una ocasión hemos comentado que UEBOS o HUEBOS (con hache o sin ella y con b) tenía antiguamente significado de «necesidad» o «cosa necesaria».
Si , por ejemplo, se solicitaba algo «por huebos» es porque realmente se necesitaba; y se decía «¡manda huebos!» era porque una desgracia exigía solución urgente.
El ¡manda huevos!, con uve, es expresión propia de quienes, en su prepotencia, ignoran la historia de nuestro lenguaje.- Por supuesto, hablo en general y sin ánimo de ofender a persona alguna.
Hoy, quizá por el aquel del «petite» (apetencia) del convaleciente, tuve el antojo de unos huevos fritos con tortos y pisto y para hacer boca se me ocurrió documentarme un poco al respecto.
¿Qué son los tortos?
En Colunga -bueno, yo siempre lo entendí así- distinguimos la TORTA del TORTU.
La torta, o rosca, es una masa de harina de maíz, más bien grande, delgada y circular, que cuece en la chapa de la cocina de carbón o, como se hacía antaño, sobre una «llábana» colocada en el recoldo del llar.
El TORTU, o «tortu de cazu» y también «tortu de sartén», consiste en una masa circular, delgada y pequeña, de harina de maíz que se fríe en aceite.
Puede espolvorearse con azúcar y sirve de dulcería para desayunos y meriendas.
¿Y qué los huevos fritos?
Dejémoslo como está y llamemos así a los «huevos estrellados», a los que hacemos siempre, pero, por favor, cuidando que tengan «puntilla» y que la yema no resulte cuajada por un exceso de fritura.
¿Y qué el pisto?
Derivado del latín «pinsum», «pinsitum» o «pistum», el pisto es algo que se tritura para extraerle el jugo, o se fríe o cuece.
¡Pues ya está!
Ya sabemos qué son los tortos, los huevos fritos y el pisto.
Hacerlos, ustedes saben muy bien cómo.
Yo, me limito a los versos de Ricardo de la Vega:
«¿Cómo se hacen los huevos con tomate?
Perdonadme si digo un disparate.
Se coge una sartén, se limpia bien,
y se llena de aceite la sartén.
Se pone la sartén en el fogón
encendido con leña o con carbón,
y sin usar procedimientos nuevos
se fríen los tomates y los huevos.
Lo primero los huevos, eso es;
y luego los tomates, o al revés;
primero los tomates, o si no,
las dos cosas a un tiempo y se acabó»
Para cuando tenga tiempo, humor e información contrastada, les comentaré una original disposición relativa al consumo de huevos dictada durante el II Año Triunfal (Guerra Civil 1936´1939). No lo van a creer.
¡¡BUEN PROVECHO!!