POR JOSÉ LUIS DE TOMÁS, CRONISTA OFICIAL DE MANISES (VALENCIA)
Nos estamos refiriendo en este artículo a una de las pocas mujeres maniseras que despuntaron en disciplinas artísticas, alejadas del mundo de la cerámica. Y eso, que eran años en los que actividad laboral de nuestra ciudad giraba prácticamente toda alrededor del barro y de la pintura cerámica.
¿Locutora de radio, actriz o directora de escena de las obras de teatro? No es necesario quedarse con una faceta única de esta manisera ilustre. Le caben las tres profesiones, entendidas como arte o como oficio. Y es digno de reseñar que siempre presumió de manisera y valenciana. Amparo Calatayud Palés, nació en la casa situada en el número 30 del “carrer Major”, justo donde se halla una zapatería conocida de todos los maniseros. A su padre, D. Ernesto Calatayud Muñoz se le conocía cariñosamente como “el Barber” y su madre, Dª. Pilar Palés Sánchez también se le conocía como “la Nitra”. Como se ve, más que apodos, eran sobrenombres amistosos.
En edad muy joven se inició en la vida laboral como camisera, profesión ésta prácticamente desaparecida. En la planta baja de su casa de nacer, se hallaba la “Camisería Casa Amparín”, a la que acudía lo más selecto de Manises. A su vez, su padre regentaba una barbería en la misma calle Mayor, en el número 44. Recuérdese que desde comienzos de siglo XX, e incluso mucho antes, en las poblaciones de Valencia no existían peluquerías para los hombres. Era “barberías”, donde al varón le cortaban el pelo y le afeitaban la cara. Cualquier otro nombre actual es pura invención.
De pronto, Radio Manises irrumpió en nuestra ciudad. La emisora inició sus emisiones en período de pruebas el día 4 de enero de 1955, en horario de 16,00 h. a 22,00 h. La adquisición del material discográfico se llevó a cabo mediante una firma de garantía de 50.000 Ptas., respaldada por el alcalde de la ciudad, a la sazón, D. Vicente Martínez Vilar. Gracias a la intervención del Gobernador Civil de Valencia, D. Diego Salas Pombo, se obtuvo la legalidad para Radio Manises, emisora de la REM nº. 59, que transmitía en onda media de 1.280 kilociclos. (Véase el espléndido libro “Radio Manises 1955-1965. Haz y envés”, de José Mª. Hurtado Ríos.)
En aquellos primeros compases de la emisora, D. José Mª. Marticorena conducía un programa titulado “Lo que la vida alcanza”, cuyo contenido se basaba en historias del acontecer diario. El señor Marticorena le propuso a nuestra manisera ilustre unirse a su programa para llevarlo a cabo entre los dos. Amparo Calatayud aceptó en la que sería su primera aventura radiofónica. Más tarde presentó un novedoso programa radiofónico de gran éxito, “Trampolín de estrellas”. Se emitía en directo y en él intervenían cantantes y grupos musicales que luchaban por abrirse camino en el mundo de las discográficas.
De Manises pasó a la emisora “Radio Alerta” y de allí a la emisora de la capital, “La voz de Levante”, donde llevaba a cabo diversos reportajes pero, sobre todo, entrevistas en directo. Y de allí pasó a Radio nacional d España.
¿Locutora, actriz o directora de escena? Como mujer de espíritu inquieto, abarcó diversas facetas artísticas. De hecho, mientras estuvo trabajando en la Camisería, empezó a relacionarse con el mundo de la escena. Sus primeros pasos en el teatro los dio de la mano de dos importantes maniseros, Jesús José Escobar Folgado y Vicente Ferris, actuando al lado de figuras del teatro como lo fueron Pepe Mora, Fernando Royo y Miguel Albenca.
En 1962 inicia su carrera como actriz en los teatros de Valencia. Formó parte del cuadro artístico del Club Universitario y después del Teatro de Cámara de Valencia, donde permaneció unos cinco años.
A las órdenes de Antonio Díaz Zamora, estrenó en España “El adefesio”, de Rafael Alberti. Más tarde tuvo lugar la inauguración del Teatro de la calle de Quart, con la representación de la afamada obra de José Martín Recuerda, “Las salvajes en Puente San Gil”. Durante dos temporadas esta obra fue un éxito a nivel nacional.
Como actriz ha intervenido en múltiples representaciones teatrales, de las que nos atrevemos a señalar sólo algunas: “Las sillas”, de Ionesco; “Los tres etcéteras de don Simón”, de José Mª. Pemán; “La casa de los siete balcones “, de Casona; “Los habitantes de la casa deshabitada” de Jardiel Poncela; “La casa de Bernarda Alba”, de García Lorca; “Don Juan Tenorio”, de José Zorrilla. También ha llevado cabo labores de dirección de escena en muchas obras de teatro. Intervino en la serie de TVE, “Cañas y barro”, de Blasco Ibáñez y en la serie de sainetes de Canal 9, representando la obra “La escaleta del dimoni” de Eduardo Escalante. En el año 2001, los clavarios de San atas Justa y Rufina le concedieron el Ánfora de oro y después, el Ayuntamiento de Manises le concedió el Premio “A tota una vida, 2004”.
Su última etapa laboral transcurrió en Utiel, desde el inicio de la nueva emisora de Radiocadena Española, en la que siempre estuvo como su directora.
La muerte se cruzó en su camino el día 15 de enero de 2006, dejando un gran hueco en nuestra ciudad.
Tenía razón Cicerón (106.43 a.C.). “Los hombres (y las mujeres) son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos”.
(Gran parte de la información para escribir el presente artículo se debe a Pepe Esteve Navarro.)