POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
Si en nuestro trabajo anterior destacábamos la importancia de D. Ángel Arbex en la construcción de nuestra plaza de toros, en éste queremos acercar la labor de Manuel López Ramírez en los detalles finales de ornamentación.
A través de trabajos publicados sobre Manuel López Ramírez, entre ellos del de D. Francisco Rosales, conocemos la excelente herencia patrimonial artística, que alcanzó nuestra localidad con los edificios construidos el maestro de obras de Alcalá la Real: la Casa de D. Tomás Bueno Romero, actualmente “Casa de los Arcos”, Antonio Bueno Bueno, que después sería “ El Casino”, D. Francisco Álvarez en calle Antonio Machado, Casa de Modesto Bueno, en la calle Nogueruela, bóveda de la media naranja la Iglesia de San Andrés, Santuario de la Fuensanta…
Sin embargo, poco relacionado está con la construcción de la Plaza Toros en 1928, años en que trabajó de forma regular en Villanueva.
(Una vez finalizadas las fiestas de la localidad, la comisión de la Plaza Toros, decide poner todos los medios a su alcance para acabar las obras y preparar la corrida de inauguración, en el siguiente año).
La documentación facilitada por D. José Muñoz Trillo, nos acerca a esta obra. El primer documento consultado es el contrato entre “Manuel López Ramírez, maestro de obras matriculado en Alcalá la Real, que requerido por D. Juan Ambrosio Benavides para el aprecio de la obra en la nueva Plaza de Toros, procede a su mesura…
Que dicha obra ejecutada y los materiales los valora en doscientas mil pesetas.
Firmó el documento el 27 de septiembre de 1927. Manuel López.
Debió la comisión consultar el documento y pareció caro el presupuesto, por lo que tres días después redactan uno nuevo, interviniendo el socio industrial, Juan Álvarez Grueso, el acuerdo económico queda en 175.000 pesetas.
La intervención de Manuel López Ramírez contribuyó a que nuestra Plaza de Toros, alcanzase la gran belleza que tiene, unida a la seguridad en sus cimientos y construcción bajo la dirección del Coronel de Ingenieros D. Ángel Árbex.
El estilo neomudéjar coincide con el realizado en la Casa de los Arcos y edificios similares, bebiendo en las fuentes de las construcciones que se realizaban para la Expo de Sevilla en 1929.
Entre las diferentes actuaciones del maestro de obras, destacamos: Muro de contención de la plataforma de los palcos, y 72 pilastras de cemento armado, capaces para soportar las columnas, cuando se quieran cubrir los palcos.
Reedificación de la entrada de sombra muros y bóveda.
Tubo de hierro para pasamanos y división de palcos.
Reedificación de todos los dinteles.
Escalera de 8 peldaños entrada al tendido de sol.
Montantes con reja carcelera en la fachada.
Solería de cemento en la capilla y enfermería, pie de altar de cemento y retablo artístico de escayola en la capilla.
Compuertas en los chiqueros de pino del país.
40 mts de verja para división de Sol y Sombra con una greca de flechas y 150 de altura.
Ensanche del anillo.
Rejas con puertas ventanas a la granadina.
Puertas ventanas a la granadina para la fachada en forma de ajimez.
Gradas de piedra artificiales de 60×40.
Albardilla de ladrillo y teja para el muro exterior de la plaza …
Podemos indicar que fue la mano y dirección de Manuel López Ramírez la que le dio a nuestra plaza esa belleza que nos enamora, y esa comodidad y amplitud en graderíos, corrales y barreras. Es interesante conocer que coincidieron en su construcción la plaza de toros de nuestra localidad y la de Granada, inauguradas el mismo año 1928, en el mes de septiembre, y con el mismo estilo neomudéjar.
La Comisión se encontraba sin fondos para dar el empujón final a las obras, por lo que pide una suscripción entre todos los socios, con acciones de 500 pesetas y el dinero restante constituir una hipoteca con el Banco Hipotecario.
Por una vez los sueños se hicieron realidad, gracias al Ingeniero D. Ángel Arbex, a D. Manuel López Ramírez y a los distintos accionistas y promotores, destacando D. Julio César, D. Juan Ambrosio Benavides y otro grupo de villanovenses que contribuyeron con su esfuerzo y economía, para legarnos uno de los edificios más representativos de nuestra localidad.
Para todos ellos el reconocimiento sincero a su labor.
Fuente: Revista FERIA 2013. Villanueva del Arzobispo, septiembre de 2013