POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Desde tiempos muy antiguos la Iglesia Católica celebraba, cada 1 de enero, la festividad de San Manuel, Enmanuel o Inmanuel; hoy «desaparecida» y cambiada por el día de Santa María Madre de Dios.
¿Qué representa ese nombre de Enmanuel? En el libro del Profeta Isaías (que vemos en la foto), (7, 14-15), leemos: «El Señor mismo os dará la señal: He aquí que la virgen grávida da a luz, y le llama Emmanuel. Y se alimentará de leche y miel hasta que sepa desechar lo malo y elegir lo bueno».
San Mateo (1,23) interpreta la profecía veterotestamentaria de este modo: «He aquí que una virgen concebirá y parirá un hijo, y se le pondrá el nombre de Emmanuel, que quiere decir «Dios con nosotros».
Sin embargo, el propio Mateo (1,21) y (1,25) relata el encargo divino a María de que a su hijo le diese el nombre de Jesús:» Dará a luz un hijo , a quien pondrás por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus pecados».
¿En qué quedamos: Emmanuel o Jesús?
Veamos, los nombres hebreos se «diseñaban» de modo que tuvieran un «significado inteligible» para las gentes (carácter, actividad, misión, objetivos a cumplir…). EMMANUEL, con significado de «Dios con nosotros», es complementado con el de JESÚS con significado de Jehová (Dios) es salvación.
Manuel es apócope de Emmanuel (o, en hebreo, Inmanuel), y MANOLO es la derivación coloquial madrileña de Manuel; palabra puesta de moda en los finales del siglo XVIII a partir de un sainete de don Ramón de la Cruz. Precisamente las gentes madrileñas del barrio de Lavapiés, muchas de ellas descendientes de judíos conversos, se llamaban Manuel o Manuela, y de ahí el nombre de Manolo o de Manola a los «madrileños típicos». Para nosotros, futboleros mundialistas, tenemos un «icono» excepcional para nuestra selección: MANOLO EL DEL BOMBO. ¡Ah! Muchas felicidades, aunque con retraso, a Manueles, Manuelas, Manolos y Manolas. Yo sigo siendo «de los de antes».