POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Fue don Bernardo Manuel de La Calle Caballero (1827-1887) un ilustre gaditano, alcalde de Cádiz, Comisario regio de Agricultura, Industria y Comercio, miembro de la Sociedad gaditana y sevillana de Amigos del País, Gran Cruz de Isabel la Católica y primer Marqués de La Calle (título pontificio concedido por el Papa León XIII el 11-VII-1880).- Su esposa fue doña Margarita Fernández de Betancourt y Sánchez , viviendo el matrimonio con sus hijos en su casa palacio de Cádiz, calle Ahumada, nº 2.
Les cuento más cosas.
Estos señores tenían a su servicio una empleada asturiana, Celestina, que vivió toda su vida en esta casa desempeñando labores de niñera, cocinera, etc.
La buena de Celestina fue, año tras año, recopilando recetas que redactó «a su modo y manera» en una libreta datada con fecha de 1880.- Libreta que fue transcrita y dio cuna a un libro, «Reliquias culinarias», editado por la Junta Local de Hostelería de Tineo (Asturias) en el año 2005 y que tuve el honor de prologar.
En tal libreta figura un postre de nombre original, MANUELADA DE MELOCOTÓN MERENGÓN, que por lo que logré averiguar tiene reminiscencias extremeño-andaluzas.
Este es su texto:
«Se cortan rebanadas de peras o manzanas, se pelan, se ponen en un perol con agua que las cubra, se les agrega azúcar, lo suficiente para hacer una compota de medio punto. Cuando la fruta esté bien cocida y hecho el almíbar en el punto que queda dicho, se aparta para que enfríe.
En el plato o fuente en que haya de servirse se coloca una tanda de bizcochos de plantilla que se humedecen con el almíbar de la compota; encima , una tanda de tajadas de fruta ; encima, otra tanda de bizcochos humedecidos; otra de fruta en compota… y así hasta rematar con una capa de bizcochos que se bañan con el resto del almíbar.
Se montan cinco o seis claras de huevo a punto de nieve y se azucaran para formar un merengue.
Se cubre la tarta con el merengue adornando con medios melocotones en almíbar y hornea suavemente para que tome un simpático color tostado.