MARÍA VICTORIA HERNÁNDEZ DONA UN GRABADO DEL ‘PINO SANTO’, IMPRESO EN 1839, AL SANTUARIO DE LA VIRGEN DEL PINO
DONACIÓN DE MARÍA VICTORIA HERNÁNDEZ PÉREZ, CRONISTA OFICIAL DE LOS LLANOS DE ARIDANE (LAS PALMAS).
Considerado una destacada pieza en su género y técnica de impresión del patrimonio de La Palma, en próximos días será expuesto permanentemente en el Santuario pasense del bosque o monte del Reventón.
El pasado viernes, 30 de agosto, coincidiendo con la ofrenda floral a la Virgen del Pino, la colaboradora de La Palma Ahora, investigadora y cronista oficial de Los Llanos de Aridane, María Victoria Hernández Pérez, hizo entrega a Eloy Martín, alcalde de la ciudad de El Paso de un grabado francés, del año 1839, sobre el Pino Santo o Pino de la Virgen en presencia de Juan Antonio Rodríguez García custodio de la Virgen del Pino y de su Santuario del monte.
El grabado, considerado una destacada pieza en su género y técnica de impresión del patrimonio de La Palma, en próximos días será expuesto permanentemente en el Santuario pasense del bosque o monte del Reventón.
La auténtica impresión francesa va titulada como El Pino Santo de La Palma. Se trata de un grabado de 1839, Lemaitre y desmembrado de la obra: Iles de L’Afrique (París, 1848), del archivero y geógrafo francés Armand d’Avezac (1800-1875).
Recoge el culto que recibía la Virgen mientras permaneció, desde muy antiguo, en una oquedad-capilla del pino canario que daba entrada en la cumbre al camino Real de la Cumbre.
En la estampa se aprecia el detalle de un hombre y una mujer, posiblemente matrimonio, orando con rodilla derecha al suelo, ante la imagen mariana que se encontraba empotrada en el longevo pino. La mujer y madre muestra a la Virgen ostensiblemente a su pequeño niño envuelto en mantas, en visible gesto de ruego de intercesión a favor del menor, posiblemente aquejado de enfermedad, a la Virgen del Pino.
En su conjunto el grabado recoge la imagen y relata la profunda devoción que se profesaba desde antiguo a la Virgen del Pino. Al contrario de otros grabados de esa misma época que profundizan en el valor científico y botánico del majestuoso y longevo ejemplar de pino canario.
