POR PEPE MONTESRIN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
No leí a la francesa Fred Vargas, reciente Princesa de las Letras, pero vi y escuché a la sacerdotisa del bel canto en el documental de Tom Volf, cuando ya lo retiraban de Los Prados. “Casta diva”: “¡Ah! regresa cual eras, cuando el corazón te di”. “Norma” y la bronquitis en Roma, en 1958; “La Traviata”: “Accede al deseo de esta desesperada”; “Carmen”, de Bizet: “El amor es un pájaro rebelde”; “Tosca”: “He vivido del amor”; “La sonámbula”, de Bellini: “No creía que tan pronto secas os vería, oh flores”; “Medea”, con Passolini…
Y después de morir, con el corazón roto, “O mio babbino caro”, su preferida. Emocionante y perturbadora. Dice: “Hay dos personas dentro de mí, me gustaría ser María pero también está la Callas con la que tengo que vivir, así que me enfrento a las dos de la mejor manera que sé”.
Pero no supo separar la letra de la música y sufrió las tragedias de mentira y las de verdad.
Fuente: http://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/maria-y-callas.html