POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
El ajuar sereno de abril ha cincelado los vestidos blancos para que su perfume transite dando cobijo y emoción al libro de los afanes, los trabajos y los sueños. Azahar e incienso, perfecta combinación en el santuario de la locura del tictac de los días de tristeza, pasión y gloria que resucitan y llegan, limpiándonos en la intimidad los ojos y el alma.