POR ANGEL DEL RIO LÓPEZ, CRONISTA OFICIAL DE GETAFE Y MADRID CAPITAL.
Cambian los gobiernos, cambian los alcaldes y las alcaldesas, pero lo que nunca cambia es la generosidad del Ayuntamiento de Madrid para honrar, homenajear e inmortalizar a quienes no habiendo nacido en nuestra Villa y Corte, han reunido méritos en esta tierra para ser recordados públicamente. Y frente a esta actitud que honra al Ayuntamiento, está la otra cara en la que desde la Casa de la Villa no siempre se reconocen y perpetúan los méritos de los nacidos en esta Corte, quizá porque no se estima valorar lo propio tanto como lo ajeno, lo que puede interpretarse como un acto de desprendimiento, pero es también una especie de vértigo a ensalzar lo propio. Y hay muchos, quizá demasiados ejemplos que así lo confirman.
Acaba de fallecer Raffaella Carrà, y el Ayuntamiento de Madrid ha estado rápido en recordarla en el callejero de la ciudad poniéndole su nombre a una calle. Me parece de justicia, en función de los grandes méritos artísticos de esta genial italiana, que tanto trabajó en España, y en concreto, en Madrid.
Pero mientras nuestro Ayuntamiento sigue prodigando este tipo de actos de justicia, hay personajes, como Nati Mistral, condenada al olvido en la memoria. Madrileña universal, cantante, actriz que llevó por todo el mundo su arte, y a Madrid por todos los confines del planeta, que falleció en 2017 y todavía no tiene un recuerdo que la inmortalice en su ciudad de nacimiento, pasión y muerte. Ni el nombre de una calle, ni el de un parque o de un teatro; ni una placa de recuerdo en la casa donde nació, en la que vivió o en la que murió.
Tuvo en su mano inmortalizarla, Manuela Carmena, que era alcaldesa cuando falleció Nati, y que durante dos años más lo siguió siendo. Sí lo tiene en su mano el actual alcalde, Martínez Almeida. Pero, unos por otros, la calle sin poner. Para Carmena, Nati había sido una señora de derechas, y eso la invalida para perpetuarla en la memoria histórica de la ciudad, por muchos méritos que acumule. Raffaella Carrà, era una gran artista, menifiestamente de izquierdas, pero por encima de la ideología, el gobierno del PP en el Ayuntamiento, ha antepuesto su bagaje profesional. Ocurre que la derecha no se atreve a defender los méritos de la gente que comulga con sus ideas, pero tampoco se atreve a manifestarse en contra de quienes, aun siendo de izquierdas, merecen honores.
Raffaella Carrà tiene calle en Madrid por méritos propios; Nati Mitral sigue sin tener calle de Madrid, aun acumulando méritos de sobra. Tampoco el actual alcalde se ha atrevido a poner las cosas en su sitio: reconocer a la artista italiana, pero al mismo tiempo, hacerlo con la genial madrileña, Nati, nuestra Nati del Foro.
FUENTE: EL CRONISTA