POR ALFONSO ROVIRA MARÍN, CRONISTA OFICIAL DE ALZIRA (VALENCIA)
Hoy es 3 de mayo y, en muchos pueblos, en sus calles se instala una cruz adornada con flor natural.
Existe gran desconocimiento del ¿por qué?, en este preciso día, 3 de mayo, se instalan cruces en los pueblos. Por ello, no olividando mis ancestros, aunque resido en Alzira desde los tres años, nací en Caravaca de la Cruz, conocida en el mundo entero, por la “aparición” de la Sana Cruz.
Dicen que a Caravaca no se llega por casualidad, que quines hasta alli viajan, lo hacen conscientes de que se va a uno de los santuarios más importantes de la cristiandad. Y es que, en aquella murciana población se custodia un “pedacito” del madero en que Cristo murió crucificado.
La tradición nos habla que la cruz apareció un 3 de mayo de 1231. Estas tierras habìan sido conquistadas por el Sayid almohade de Valencia, Zeit Abu Ceyt, que en aquellos tiempos era rey de Valencia. Estaba instalado en Caravaca. Se cuenta que entre los prisioneros cristianos que tenía en las mazmorras del castillo -hoy santuario de la Vera Cruz- había un sacerdote conquense, Ginés Pérez Chirinos. Los cautivos eran liberados a cambio de un rescate. Ceit, deseoso de que todo aquel al que le daba de comer, se “ganara el pan” de cada día, con su oficio. Entre ellos, Interrogó al cura Chirinios, al que le preguntó ¿cual era su ocupación? A lo que respondió: “celebrar misa”.
La constestación del sacedote, suscitó la curiosidad del almohade. El religioso le informó de lo que era necesario para este menester y el rey envio un mensajero a la catedral de Cuenca, donde le proveyeron de las ropas para este revestirse para la celebración de la eucaristía. Al regresar el mensajero, en la sala principal del castillo -hoy nave de la iglesia-, ante la presencia de los reyes, hijos y la corte, el sacerdote se dispuso a dar comienzo la celebración y, al poco del inicio se detuvo expresando la imposibilidad de continuar la ceremonia por faltar un crucifijo.
Precisamente, en aquel momento, cuando por una ventana del salón, aparecieron dos ángeles que portaban una cruz que depositaron en el altar, a fin de que el celebrante pudiera cintinuar la misa.
Aquella milagrosa aparición, cuanta la tradición, que el rey y los suyos se convirtieran al cristianismo. Ceyt fue bautizado con el nombre de Vicente Bellvís; la reina se llamó Elena; el hijo mayor, conocido en estas tierras valencianas, por Fernando Pérez de Arenós, por haber dado limosna para la construcción en Alzirad e un cenobio de monjes Trinitarios. El hijo menor recibió el nombre de Alfonso.
Conviene que les añada que, al parecer, esta cruz patriarcal, de doble brazo, la aparecida, perteneció al patriarca de Jerusalén, primer obispo de esta ciudad santa, después de la conquista cristiana. Esta cruz, según tradición, le fue arrebatada por un carro de fuego a Santa Elena, madre de Constantino “El Grande”, primer emperador romano que fue cristiano. Por ello, en la aprocesión del dia 3 por la tarde, la carroza de la Vera Cruz, va precedida por la imagen de Santa Elena.
Recordar que Caravaca de la Cruz, fue la última ciudad que fue distinguida como “Ciudad Santa”, a la que acompañan Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana.
Con esta “aclaración” “despejamos”, la ignorancia del sentido del ¿por qué? se instalan cruces en los pueblos precisamente el 3 de mayo. Si se denomina en todos los lugares, ”cruces de mayo”, podrían ser instaladas en cualquier dia de este mes de mayo, “florido y hermonoso”.
Gracias por leerme.
FUENTE:EL CRONISTA