POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Cuando en 1963 me responsabilicé de la dirección del Centro de Enseñanza Media de Sahagún (León) «descubrí» expresiones, hechos y dichos que inicialmente me extrañaron a causa de su singular gracejo.
.- «Perdóneme, don José Antonio – me dijo una alumna que era de Grajal – a UNA SERVIDORA SE LE OLVIDÓ en casa el cuaderno de ejercicios!
.- «Mira , José Antonio -me advirtió la subdirectora que era asturiana y casada en Sahagún- ten mucho tacto con ese CHIGUITO porque su madre está enferma y él tiene que ayudar en casa».
Si lo de «a una servidora» me dolió en el alma, lo de «chiguito» me dejó desconcertado. ¿Por qué «chiguito», pregunté, y no CHIQUITO?
Pues por la sencilla e histórica razón de que la pronunciación «ca-co-cu» suele degenar en «ga-go-gu». Tal sucede , por ejemplo, con las palabras BODEGA (del griego «apoteka») , VERDOLAGA (del árabe «berdolaka») o VAGAR (del latín «vacare = estar ocioso, descansado).
¡Meca! – repliqué a la subdirectora Carmen Caballero, allerana y licenciada en Letras- ahora entiendo la causa de que en Colunga, (antes Colonca), llamemos MANTEGA a lo que en otras zonas dicen manteca y los cursis «mantequilla» cuando se refieren a la grasa existente en la leche de vaca.
¡Ay, la manteguina de la leche de la vaca que se «mimaba pa en casa»!
Antaño las gentes campesinas que tenían ganado vacuno siempre seleccionaban una «vaquina» para abastecer a la casa de leche, cuajada, mantequilla…Era como de la familia y se la atendía con especial mimo y-limpieza.
Esa leche, dejada en reposo, permitía el «sobrenado» de la nata y con estas natas, en mazado rítmico y continuo en odre, vexigu, botía, ballicu o vaciador, se obtenía la mantequilla o MANTEGA que se moldeaba en piezas de forma elipsoidal decoradas con dibujos «tallados» con el borde de una cucharada formando semielipses cruzadas, rosetones, etc.
Cuéntase que las mujeres, durante la labor de mazado y para no aburrirse, acompañaban su trabajo con algún que otro cantar:
«Mázatre , llechi / del puertu del Sueve
y faite mantega / más blanca que nieve»
Decíase también que la primavera, cuando el ganado ya sale a pastar a los campos, es la época de la mejor mantequilla. Lo afirma el refranero.
«Mantega de mayu, mantega del añu»
«Si el cuquiellu bien de ribera, añu de buena mantega»
«Yerba na vega, na pota mantega»
«Pa mantega, la de mayu»
«El quesu de ñabu y la mantega, de prau».
Actualmente, salvo en mercadillos muy populares, apenas se encuentran mujeres campesinas vendiendo «manteguines de casa». Yo acostumbro a ir muchos domingos al mercadillo de Cangas de Onís y allí adquiero «quesinos de afuega´l pitu y manteguina caseros». Felisa -para los amigos, que somos todos, FELISINA- es mi «proveedora» desde tiempo inmemorial. Una mujer y su hermana, que la acompaña en la venta, además de calidad de producto regalan atención, simpatía y bondad.
Y para los que «piensen mal» quiero aclarar una vez más que yo no soy «influencer» (¡qué palabra más horrible!) ni me dedico a la publicidad. Cuento lo que veo, si es bueno o yo lo juzgo bueno ; y si no es de mi agrado, me callo.- Sigo siempre el consejo del poeta:
«Procure ser, en todo lo posible,
el que ha de reprender, irreprensible»
Y ya que cito a poetas y refranes, termino con el más interesante:
«BOLLU DE MANTEGA UNTAU CON MIEL, ¿A QUIÉN NO-I SABE BIEN?